Gregory Hoblit nos sorprende de nuevo con esta original historia, que arranca como si de una historia familiar se tratase, y se desarrolla y acaba posteriormente con una tensa y adictiva trama criminal, aunque sin perder los toques familiares.

Lo que empieza con una original historia de reencuentro entre padre e hijo, se torna en un buen thriller que te mantiene enganchado y emocionado todo el metraje.

No sólo muy buena película para mí, sino también mi favorita de Dennis Quaid.