...hasta concluir en un "alegato" en defensa de los derechos de la mujer, con un deliberado carácter oportunista, que está pillado con pinzas. Desde hace unos meses lo veo claro, el feminismo vende. Me parece bien. Jamás he juzgado nada por su sexo, pero desde hace un par de años, cada día me recuerdan que he de hacerlo, que hay dos bandos, etc. Hay motivos de sobra para defender la igualdad de la mujer, por supuesto, pero creo que aquí está cogido con calzador. Parece casi una imposición. Se le dedican unos 5 minutos justo para concluir la serie; se hace de manera subrayada, con música elevada y en tono "épico". Hay maneras de presentar las cosas dentro de una obra artística, pero ésta, no parece encajar con el modo en el que se ha ido narrando con anterioridad, ya que apenas si se toca de pasada de el tema en la propia cinta. Resulta raro narrativamente. Hasta este "Deus ex machina" mi votación era más o menos, un 7 al conjunto de la serie, pero me doy cuenta que el "buenismo", el oportunismo o el posicionamiento político hacia un determinado sesgo, priman en Netflix por encima del valor artístico y/o narrativo (que es lo que me fascina al ver una película) y si no vean Dos Cataluñas.