Jackie Chan es un tipo simpático que siempre me cae bien. Con su cara de niño bueno y sus divertidísimas coreografías de pelea hechas por él mismo, sus películas son un entretenimiento ligero del que no puedo hablar demasiado mal.
En su plena época de éxito en Hollywood, a alguien se le ocurrió la locura de ponerlo en el oeste en una "buddy movie" con Owen Wilson. Pero claro, esto es una comedia de acción y hay que perdonar sus fallos ("este truco ya se ha usado en muchas pelis"), si me lo paso bien viéndola.
Los mejores momentos en este rescate de una joven Lucy Liu, nos los da Jackie con una simple herradura atada a una cuerda, o luchando contra unos indios.
Tiene su cierta gracia también Owen Wilson como bandido de tres al cuarto.
Estas películas son lo que son, y no se pueden juzgar duramente. En el fondo el escaso argumento es una excusa entre pelea y pelea o escena cómica de este peculiar actor chino.
Para echar un rato y unas risas (aunque tampoco es para desternillarse), no está mal.
Por cierto, ¿de dónde demonios han sacado esos chinos sus dragones de carnaval? ¿Los llevaban en la maleta?