Crítica escrita tras ver la primera temporada complete.

No es una serie que destaque mucho entre el cada vez más ingente catálogo de Netflix, pero no deja de ser curiosa, siempre y cuando te sobre el tiempo, pues teniendo su puntillo, reconozco que hay ofertas mejores.
La protagonista total y absoluta es Natasha Lyonne, una actriz a la que, tirando exclusivamente de memoria, solo logro recordar en un papel muy secundario de la saga “American pie”, aunque seguro que la habré visto en otros trabajos.
Su personaje es todo lo opuesto a lo que podemos esperar. No solamente está lejísimos de ser una heroína, sino que me cae incluso un poco mal. Es mal hablada, egoísta, bebedora, fumadora compulsiva y varias cosas más. Pero ya sabemos a estas alturas que en las series (“Killing Eve”, “Dexter”, “Euphoria”, entre otras) no hace falta que los personajes sean santos o empáticos, para que la historia tenga interés.
Inevitablemente, nos tenemos que acordar del clásico de Harold Ramis con Bill Murray. Un día que se repite una y otra vez, empezando siempre con la misma canción, pero esta vez solamente se reinicia el bucle con la muerte, que al final siempre llega de las formas más estúpidas.
Pero “Muñeca rusa” no tiene un tono cómico tan claro. Aquí prevalece el humor muy negro, que, al menos en mi caso, no me hace reír en ningún momento, lo que no quita que tenga cierto encanto y estilo. De hecho, al principio me ha costado engancharme a su idiosincrasia, pero luego sí que me ha convencido.
La estructura de episodios cortos con temporadas de ocho entregas, le viene muy bien, por el propio planteamiento de la historia. Se puede ver muy fácilmente en poco tiempo. Además, el guion se sabe reinventar. Parece que siempre pasa lo mismo, pero no es así, y saben jugar con todas las posibilidades, llegando a tener una personalidad propia que la distingue de la citada “Atrapado en el tiempo”.
No, no es la serie del año ni la nueva revolución de Netflix, pero si te acercas a ella en un momento donde no tengas nada mejor, puedes pasar un buen rato viéndola.