El antihéroe más chulo y calvo del universo termina aislado en un yermo planeta. Los cazarrecompensas terminan encontrándolo y acosándolo de nuevo, en una lucha por la supervivencia.
Es una típica película de tío chulo y fuerte contra grupo de tíos que se creen más chulos que él. Pero en vez de ser la típica peli de acción o del Oeste, se desarrolla en un planeta con alienígenas.
Riddick sigue tan chulo y bestia como siempre. Su personaje no ha perdido fuerza y a Vin Diesel parece que los años no le afectan y puede encarnar a tipos duros para rato.
No faltan tampoco las naves y artilugios tecnológicos, como en toda historia de ciencia ficción que se precie.
Pero de todas formas tiene también varios defectos que hacen que no levante el vuelo.
Para empezar, no me gusta el cambio tan radical respecto a "Las crónicas de Riddick", que era bastante épica y en la que salían muchos planetas, bichos y situaciones distintas y la acción no paraba.
Esta tercera parte transcurre en un único planeta, salen dos únicas especies de alienígenas y tiene bastantes tiempos muertos que enlentecen el ritmo. Es un poco como volver a "Pitch black", pero sin la emoción de saber quien es Riddick ni la angustia que provocaban los bichos.
Así que me ha parecido un poco floja, por no mencionar algunos breves momentos de vergüenza ajena (ver spoiler).
Al menos sale Jordi Mollà haciendo de malo (otra vez) y la "Starbuck" de "Galactica enseñando chicha.