Así es. Si el original es un poco intraducible, por lo menos podrían haberse inventado algo en español, que conociendo a las distribuidoras podría haber sido algo así como “La sombra de la muerte”. Pues no, van y le ponen una palabra en inglés. Es totalmente absurdo.
Quitando esa anécdota que no me resistía a comentar, nos encontramos ante un título de ciencia ficción en el que los moribundos pueden trasladar su conciencia a otro cuerpo más joven. Pero claro, la empresa que hace eso no es tan buena como puede parecer.
Ben Kingsley va saliendo poco a poco del pozo de cine malo en el que él mismo se introdujo algunos años atrás. No es que aquí haga una gran actuación, pero al menos no es una película de serie B.
El verdadero protagonista es Ryan Reynolds, al que aún no he visto actuar mejor que en “Enterrado”, pero bueno, al menos tiene muy difícil hacer algo peor que “Linterna verde”.
El film es un claro ejemplo de lo que es una idea muy buena y relativamente original, pero que termina siendo desaprovechada en el desarrollo del argumento.
Si bien el punto de partida es interesante, luego se ponen a divagar sobre los sentimientos familiares de una manera un tanto superficial, y dejando de lado la ciencia ficción más pura y la acción (que la hay, pero en muy pequeñas dosis).
De hecho, cuando ya está todo el planteamiento hecho y parece que se va a convertir en un thriller de acción y ciencia ficción del estilo de las adaptaciones de Philip. K. Dick, es cuando se desinfla y se queda en tierra de nadie, como si los guionistas (los hermanos Pastor) no tuvieran claro por dónde seguir para lograr un resultado más interesante.
Lo cierto es que si la hubieran enfocado con más ritmo, más persecuciones, más dilemas morales o incluso menos duración, les podría haber quedado algo mucho más decente que lo que han conseguido.
Al final, se queda en ser del montón, pues no destaca mucho y creo que es muy fácil de olvidar al poco tiempo, aunque tampoco es mala ni mucho menos.
Me ha sorprendido bastante llegar a los títulos de crédito y comprobar que el director es Tarsem Singh. Este estrafalario cineasta nos tiene más acostumbrados a cosas de mucho más impacto visual o estilo surrealista, y no una película tan convencional y relativamente simple como es “Eternal”. Supongo que la habrá hecho por encargo.