Hay mucho cine de boxeo, empezando por el archiconocido "Rocky". Normalmente, suelen ser dramas en los que este deporte es puramente un telón de fondo, importando más la vida (normalmente dura) del protagonista que el combate en sí mismo.
Aquí, más allá del entorno carcelario, que le da un cierto toque de originalidad, parece como si los que la han hecho sí que fueran verdaderos fanáticos de este deporte. Así se ve reflejado en el personaje de Peter Falk, una auténtica enciclopedia del boxeo, que demuestra una gran pasión por la historia y los combates. Pero por desgracia la película no logra transmitir ese apasionamiento al espectador (o por lo menos no a mí).
Tanto Ving Rhames como Wesley Snipes son perfectos para este tipo de historias. Bueno, Rhames ha demostrado con creces ser un buen actor mucho más allá de ser un negro musculoso, pero para dar mamporros también queda muy creíble en pantalla.
Lo cierto es que el combate final está bastante bien, pero el resto de la película no es tan interesante como en otros casos ("Rocky", "Cinderella man", "The fighter" y un largo etcétera). La trama carcelaria está algo desaprovechada, y el personaje de Peter Falk es un poco repelente con tanta sabiduría pugilística que no le importa a nadie más que a él.
Pasable y poco más.