Siempre es difícil criticar un remake cuando se ha visto la película original. Por mucho que se quiera, en la mente siempre estará la otra versión y estaremos continuamente estableciendo comparaciones, y casi siempre la nueva sale perdiendo.
En este caso no es una excepción. Todo lo que se puede decir es predecible incluso sin necesidad de ver la película. A saber, que solo supera a la de Verhoeven en los efectos especiales, sin que aquella estuviera mal hecha ni mucho menos.
Echo en falta la violencia gore, el humor negro y la estructura argumental de la otra. Ni siquiera hay alguna escena chula desde el punto de vista del robot, al que ni siquiera nombran en toda la película. Simplemente le llaman Alex Murphy.
Aquí no se han limitado a hacer una fotocopia calcada. Solo retoma la idea básica y la desarrolla de manera diferente, pero no tiene la fuerza visual de la original ni de lejos. La de Verhoeven era impactante, con escenas violentas potentes para su época. Pero esta versión de 2014 no deja de ser una película de acción del montón, sin mucho espectáculo y sin personalidad.
Es la gran lacra de los remakes. Por mucho que quieran cambiar las cosas y vendernos la moto, siempre serán un mero aprovechamiento comercial para ahorrarse gastos publicitarios. La verdad es que no se puede evitar decir lo mismo de todos los remakes, porque es que es así.
Y haciendo un fuerte esfuerzo mental por olvidar la otra, aún así no me parece deslumbrante, solamente pasable y nada más.