Igual que cuando en la saga de videojuegos “Call of duty” pasaron de explotar la Segunda Guerra Mundial al escenario de guerra moderna, esta serie podría definirse como una especie de “Hermanos de sangre” trasladada a la segunda guerra de Irak en 2003, como consecuencia de la intervención militar de los Estados Unidos tras la caída de las torres gemelas.
La única cara famosa que puedo reconocer en el reparto es la de Alexander Skarsgård (“True blood”), pero eso no quiere decir que el resto de los actores lo hagan mal.
La producción se nota que es cara y cuidada. Recrean Irak de forma bastante creíble. Los personajes tienen cierto carisma, aunque no haya un protagonista destacado, sino que lo es toda la compañía.
Y con este punto de partida, todo tiene pinta de que va a ir bien, y según las opiniones mayoritarias que estoy viendo en esta página, para muchos así es.
Pero me temo que voy a salirme por la tangente y discrepar. A mí esto no me gusta. He dicho al principio que es similar a “Hermanos de sangre”, pero eso es solo a nivel de producción y puesta en escena. En realidad, mucho me temo que “Generation kill” se parece mucho más a la tediosa y mediocre “The pacific”, o a películas como “Saints and soldiers”, pero es incluso mucho peor que ellas.
El caso es que, desde mi humilde punto de vista, llega a resultar muy exasperante que transmita continuamente la sensación de que va a liarse parda, pero luego casi nunca se lía.
Vemos a estos marines conviviendo, desplazándose a lugares, charlando, conduciendo, cantando, comiendo, y hasta defecando y masturbándose. ¿Pero cuándo combaten?
En honor al doctor Ian Malcolm (“Jurassic park”), yo diría: ¿Alguna vez se podrá ver guerra en su serie de guerra? Es frustrante que casi nunca pase nada. Se ve que el presupuesto se lo han gastado en la recreación (muy buena) de Irak y en los vehículos, pero desde luego no en la munición. Podemos ver algo de la crudeza de las consecuencias de la guerra, pero prácticamente no vemos la guerra en sí misma. Siempre que van a un sitio donde se supone que hay follón, los guionistas se las apañan para que apenas haya confrontación con el enemigo. Y eso me resulta muy molesto. Claro, tardan tanto en llegar, hay tantas escenas de desplazamiento en caravanas de vehículos, que cuando por fin llegan, ya no hay “gresca”.
Quizás han querido hacer algo tan realista, meternos tan de lleno en la vida cotidiana de los marines y lograr que empaticemos con ellos, que gastan tanto tiempo en eso que no les queda para lo demás.
Habrá quien piense que puedo estar exagerando. En realidad, sí que hay algún que otro tiroteo y escaramuza. Pero son demasiado breves, casi como si lo hicieran sin ganas, y por cumplir. Después de ver “Salvar al soldado Ryan” y “Black Hawk derribado”, esto me parece una tremenda tomadura de pelo. ¿Es normal que, en una serie de tan solo 7 episodios, la primera y prácticamente única batalla en condiciones (por decir algo, que tampoco es para tanto) llegue a mitad del quinto capítulo y dure menos de 10 minutos?
Seguramente muchos opinarán que esta serie no está pensada así, que se trata de un acercamiento diferente a la vida de los marines, y que la HBO cocina sus historias de otra manera, y a fuego lento (y muy lento). Pero lo cierto es que hay grandes títulos del género bélico en los que no están continuamente combatiendo y tampoco aburren cuando no hay tiros, como por ejemplo “Apocalypse now”, que es bien larga.
Y si nos centramos en lo que realmente ofrece, ¿realmente son interesantes los diálogos y vivencias de estos personajes a nivel de drama? A mí me parece que no, y que esto no es más que puro aburrimiento concentrado (muy bien presentado, eso sí), y que lo disfrutará parte del público, pero que no es mi caso.
¡Qué aburrimiento, por Dios!