Esta saga sigue dando lo que promete. Como "Election" cerró la trama pero hay que seguir haciewndo taquilla, pues precuela al canto.
Aparte de centrarse en bandas callejeras, el rollo de las lentillas y mostrar cómo empezó la "tradición", en el fondo aporta poco nuevo.
Es una nueva dosis del "todos contra todos" con máscaras extrañas y violencia (yo diría que algo más gore que las otras, aunque en el fondo tampoco se pasan mucho con la sangre y las muertes). Destaca el asesino "Skeletor", que es un poco bestia el "amigo".
Yo creo que a los que nos gusta esta franquicia (que en el fondo es de serie "B" aunque tenga cierto éxito), es porque no deja de ser una crítica a la hipocresía de la sociedad occidental respecto a la violencia y al poder, donde el dinero siempre importa mucho más que la vida.
Pero también, en el fondo tiene un toque de morbo pensar en que solo la ley contiene al psicópata que muchas personas llevan (¿o llevamos?) dentro. Siempre te hace pensar en lo que uno haría en esta situación.
Al igual que las otras tres, no es una gran película a nivel cinéfilo, pero sí que es un entretenimiento ligero que se pasa en un ratillo porque además es bastante corta.
Por cierto, quitando a Marisa Tomei (que no sé por qué, pero he tardado bastante en reconocerla), a estos actores no los conocen ni en su casa a la hora de comer.
Quedamos a la espera de la anunciada serie de televisión, donde tendrán mucho más tiempo para desarrollar las mil historias que se pueden sacar de esta buena idea de la purga.