No voy a caer en el tópico obsoleto de decir que el cine español es muy malo. Pero hay que reconocer que precisamente en el género del thriller hay cada bodrio por ahí que echa mucho para atrás. Y este es uno de ellos.
A poco de empezar ya nos damos cuenta de que tiene uno de los fallos típicos del cine español, y es el sonido penoso habitual que nos obliga a afinar el oído. Pero bueno, eso suele pasar.
La resolución de este misterio relacionado con una extraña secta, va muy despacio. Hay muchos silencios y escenas que no sirven para nada. Por ejemplo, eso de que cuando van a ver el centro se les rompa una rueda por el camino, ¿para qué? Solo sirve para que tarden más en llegar y alargar un argumento que no da demasiado de sí.
¿Por qué en vez de tantas chorradas no emplean un poco más de tiempo en explicar las motivaciones de la rubia y cómo funciona esa secta realmente? Ni siquiera los “flashbacks” aportan demasiado al resultado final. Eso sí, el rollo lésbico que no falte, aunque sea absolutamente innecesario para la historia. Esto es algo típico y tópico del cine patrio. Cuando no saben cómo mejorar la trama, sexo al canto.
Por cierto, los personajes son tan fríos como el hielo y es bastante difícil empatizar con ellos. Así que, aunque parte de una idea que podría resultar interesante, al final meten la pata en el desarrollo, haciendo una película muy aburrida de la que no hay mucho que rascar.
No termino de entender el comportamiento de la rubia, se hace sectaria prácticamente porque sí. Esto está muy mal explicado y si le hubieran dado otro punto de vista, el film podría haber estado bastante mejor.
En la segunda mitad parece (y solo parece) que se pone algo más interesante cuando se centra más en la secta, pero luego se vuelve tediosa otra vez incluso cuando le falta poco para terminar. Dura 100 minutos y le sobran por lo menos 40.
Y encima el final es absurdo a más no poder. No la recomiendo.