Trata de una misión espacial para reactivar al sol, pero con el particular estilo de Boyle.
Este director, que al igual que otros genios no tiene dos películas iguales, imprime su estilo en todos los fotogramas.
El argumento es una excusa para poner a la tripulación en situaciones límite que muestran cómo puede llegar a comportarse el ser humano en un ambiente cerrado donde la supervivencia está en juego.
El protagonista es Cillian Murphy, que ya había trabajado antes con Boyle. La verdad es que es un buen actor.
Lo malo es que a Boyle se le va la pinza y utiliza recursos demasiado chocantes para la vista. Me refiero por ejemplo a cuando bajan el filtro solar o cuando entra en escena el intruso. La imagen se satura de luz y no se ve nada, con fotogramas difusos e incluso borrosos. No me gusta cuando hacen esas cosas, porque prefiero verlo todo bien aunque con ello se trata de transmitir que los personajes tampoco pueden ver nada claro con tanta luz solar.
Los efectos especiales están a la altura, aunque no sean el centro de la historia. Aún así hay alguna que otra escena emocionante, siempre con la fuerza del sol como protagonista. Es curioso como el astro que dio lugar a la vida puede también destruirla con una facilidad pasmosa.
spoiler:
El final se ve venir desde lejos. Me esperaba que fuera una misión suicida.