No soy un gran conocedor del personaje de Conan Doyle, no he leído los relatos, y sólo he visto algunas de las adaptaciones. Me parece que hay algunos elementos interesantes en lo que le rodea pero nunca me ha atraído tanto para leer las historias. Puede que lo haga dentro de poco porque cada vez me da más curiosidad.

Por lo que me han dicho algunos que sí conocen los relatos, esta película , que en principio choca bastante con la visión que la mayoría tenemos de Sherlock Holmes, incluye en realidad algunos elementos que sí se basan en las historias originales y que no estuvieron presentes en las otras adaptaciones, como el carácter más bien antisocial del personaje o sus habilidades para el boxeo.

Aparte de esto dudo mucho que los relatos de Doyle incluyan escenas de acción de carácter tan aparatoso como las que aparecen en el filme y es evidente que sus responsables han querido dar un carácter 'rompedor' y moderno a la propuesta.

Downey Jr. se divierte interpretando a un personaje excéntrico y lo hace bien, aunque a veces denota una cierta inexpresividad que posiblemente es intencionada (la mirada perdida aporta ese aire aparentemente distraído y ensimismado, rayando la locura) pero que quizá se revela un recurso un poco cansino al cabo de un tiempo, y es que la película es larga y Downey Jr. ocupa muchos planos. Carisma , a raudales, interpretación merecedora de Oscars o Globos de Oro, ya no estoy tan seguro.

Jude Law está en su (buena) línea habitual pero, a pesar de que aparece mucho, casi se echa en falta que su Watson tenga algo más de peso. Las discusiones entre Holmes y él son divertidas pero su punto de vista sobre las situaciones no está tan resaltado. Quizá porque, al contrario de lo que ocurre en otras versiones, aquí Watson no es el que cuenta la historia.

Rachel McAdams no convence del todo por tener demasiada cara de buena y un aspecto excesivamente juvenil, además de que el personaje se intuye interesante pero no está muy desarrollado . Tampoco vamos a crucificar a la actriz: es guapa, se defiende en las escenas de acción y resulta suficientemente simpática.

La película encadena numerosas escenas de acción rodadas en la línea habitual de Ritchie, con cámaras lentas, montajes rápidos y otros efectos de videoclip que a veces aportan dinamismo y otras rompen completamente el ritmo de la película. En los intervalos aparecen diálogos entre Holmes y Watson y por último se añade una intriga que es casi lo que menos parece interesar a los responsables de esta actualización.

El filme es razonablemente entretenido pero las extrañas elecciones de Ritchie a la hora de montar los planos tan pronto funcionan como descolocan (un defecto también presente en el resto de su filmografía). Al menos aporta un toque algo personal a lo que en manos de otro hubiera sido una aséptica superproducción.

No sé si la vería otra vez, pero no está del todo mal para lo que cabe esperar de un blockbuster de este tipo.