Hay una cosa que me cansa un poco y es todo esto de lo épico, un adjetivo que de tanto usarlo ya casi no significa nada. ¿Hay necesidad de ser épico en una película de superhéroes? Probablemente. ¿Pero en una de Batman? Depende. Está claro que es una historia sobre un héroe, pero precisamente la aproximación de Nolan pretende encaminarla por el lado realista e incluso algo desmitificador, aunque este último punto lo hace un poco a medias.

Como todo, en realidad. Nolan no se atreve a hacer una película de acción realista con Batman de por medio (algo parecido a lo que hizo Frank Miller en Año Uno) , en ninguna de sus tres entregas, sino que trata de combinar momentos de thriller policíaco-en los que Batman tiene poco que ver- con otros de gran espectáculo para contentar al público (su trilogía es tal vez la más obsesionada con que los vehículos de Batman sean grandes y aparatosos y las persecuciones y explosiones, tres cuartos de lo mismo. Incluso introduce al innecesario personaje de Fox como una especie de Q en las películas de Bond).

Aclaro que el "realismo" no me parece tampoco el culmen de lo que debe dar de sí el género de superhéroes, ni me parece más "adulto" que la fantasía. Lo que critico es la mezcla descafeinada, las medias tintas. Burton abrazó la fantasía sin prejuicios ni pretensiones en sus dos entregas de Batman y el resultado son dos filmes muy interesantes que han resistido bien el paso del tiempo, sobre todo la segunda, que tiene la cualidad de poder ser disfrutada una y otra vez. Algo que la acerca más a un clásico, o una obra maestra, que cualquiera de las tres entregas de Nolan, cuyos hallazgos visuales son más limitados y resultan algo pesadas de revisar una vez que se conoce su trama. Eso no quita que "El caballero oscuro" fuera una notable película y "Batman Begins" irregular, pero aceptable.

Al mismo tiempo intenta introducir algunos elementos "negativos" en la figura de Batman, que ahora es un tipo como más reaccionario, más antipático, más "oscuro" y con una voz más grave-ridículamente grave- pero no se atreve tampoco a hacerle un fascista u a ofrecer una visión completamente rompedora o radical (aunque no lo he leído, debe ir por ahí El regreso del señor de la noche de, también, Frank Miller).

Todas estas contradicciones -y muchas otras- se ponen de manifiesto en "El caballero oscuro. La leyenda renace", una película entretenida para sus tres horas de duración pese a que a veces no se entienda (el montaje y la dirección en ocasiones son descuidados y la trama embarullada) o no nos interese mucho lo que pasa (la psicología de los personajes es plana y contradictoria, pero no en el sentido de que les haga más complejos, sino contradictoria sin más). Claro que con la banda sonora de Hans Zimmer atronando constantemente uno se puede saturar, pero nunca dormir.

Nolan intenta ofrecer un thriller policial, un comentario político-social, un drama de personajes y una película de acción y de superhéroes a gran escala, todo en uno, y falla...no estrepitosamente, pero sí notablemente.

Se lleva a su terreno al personaje de Bane, que tiene poco que ver con el de los tebeos o el de la serie de animación (como muchos otros que utiliza, a veces con calzador), ofreciéndole un discurso similar al del Joker, pero mucho más contradictorio. Por un lado parece una especie de héroe proletario que quiere revelar a las masas contra los poderosos, insertando así algunas alusiones en teoría interesantes a los 'indignados' y a la situación actual, pero que caen en saco roto, ya que el tipo en realidad se dedica a matar indiscriminadamente y le importan un carajo sus ideales, ni siquiera se esfuerza en disimularlo. ¿Cómo puede pretender que alguien le apoye con la presentación que hace en sociedad? La mayoría de los terroristas tienen una ideología que en absoluto justifica sus actos, pero al menos estos suelen responder a una lógica de partida más o menos comprensible. El Joker estaba loco y era una especie de elemento externo que comulgaba con ese caos y al que le daba igual todo, manipulaba a su antojo, pero este tipo parece querer unos aliados...para nada, porque piensa matar a todo el mundo.

La introducción del tema de la bomba atómica, además de manido (“El gigante de hierro”, “Indiana Jones IV”, “X Men: Orígenes”, “Misión Imposible IV” y “Los Vengadores” lo han usado recientemente), está fuera de lugar en un intento de 'thriller' policíaco. Sí que encaja en una propuesta de acción más desenfadada-y más lograda- como la de "Los Vengadores". La presencia de este elemento resta importancia a lo demás.

El conflicto entre Alfred y Bruce está forzado para que el segundo se quede sólo, el amor de este último hacia Rachel se pretende como un elemento clave en las tres películas cuando nunca vimos tal pasión y el protagonista se lía con otras dos chicas sin que notemos, de nuevo, esa pasión.

Sobre otros fallos posteriores (especialmente toda la parte que rodea a Wayne en la segunda mitad) ya se ha hablado largo y tendido.

El personaje de Catwoman no está del todo mal pero ni de lejos supera a la de Pfeiffer y las escenas de peleas multitudinarias pues sí, son muy "épicas", aunque ya puestos podrían haber implicado más a los ciudadanos de Gotham, que parecen un cero a la izquierda en toda la acción.