Un film biográfico con un exquisito guión de Oliver Stone que manipula excelentemente los diálogos y las acciones, conjugando las emociones y sentimientos de los protagonistas en un film altamente dramático que refleja la crisis personal de un joven que tras transgredir preceptos sociales es castigado de forma desmedida en una prisión fuera de su país y en condiciones inferiores y desalentadoras para cualquier defensa. Refleja conflictos personales, a veces existenciales, morales, de una realidad social mundial desde diversas ópticas en un guión que muestra realidades en un momento histórico especifico.
Una fotografía bastante gris de todo dramático, que aprovecha las escenas oscuras para profundizar las emocionalidad de los ambientes, enmarcado siempre tras una banda sonora melancólica, que mereció diversos premios entre ellos el Óscar, que maneja con bisturí la subjetividad del espectador en cada escena.
La edición es casi lineal para marcar un ritmo muy permanente, salvo excepciones muy puntuales, además de algunos flashback para mostrar algunos recuerdos, pero en general es una muy sencillamente excepcional edición, que logra mantener prisionero al espectador.
La película es perfectamente ambientada en una prisión turca de la ciudad de Estambul, cuya dirección de arte nos traslada sin lugar a dudas al sitio y la situación vivida por el protagonista en su periplo por este momento de su agobiante de su vida. Las locaciones de la prisión, celdas, interiores, exteriores, decoración, detalles, vestuario, maquillajes, armas, vehículos, son aparentemente impecables.
Muy importante es además, que la actuación muy creíble de los personajes sumen a cabalidad a quien observa el film, en el macabro ambiente carcelario de ansiedad y desesperanza a donde el director Parker los quiere llevar.