El título original, y título de la famosa canción cantada en su versión más famosa por Louis Prima que cada cierto tiempo redescubre una generación, es lo que mejor define a esta película.

O mejor dicho, a lo que aspiraba esta película, a ser divertida, amoral, un poco tierna y a dejar una sonrisa en el rostro de los que la ven.

No diré que lo consiga, pero siendo una propuesta sencilla, se deja ver con ligereza y tiene el buen gusto de no incidir - demasiado, por lo menos - en los detalles más sensibleros, ni en los más escatológicos.

En fin, una propuesta para pasar una tarde sin poner el listón muy alto, con un actor de comedia muy acertado - Kad Merad - y algún momento francamente divertido, como el del perrito en la consulta de estética y otros que es mejor olvidar, como la inverosímil relación del sobrino con la niña pluscuamperfecta.