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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Thriller. Drama Biopic sobre el matemático británico Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados. Lejos de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Imitation Game lleva a la gran pantalla una parte de la vida del genio británico Alan Turing, adaptando la novela de Andrew Hodges. La película se centra en el momento en el que el matemático y criptoanalista sirvió, gracias a su prodigioso cerebro, a descifrar Enigma, la máquina más importante del régimen nazi en lo que a encriptación se refiere.

Morten Tyldum dirige The imitation Game y lo hace con estilo y con una técnica notable que le hace ser consciente en todo momento del lugar que ocupa su protagonista en la pantalla y de todo cuanto le rodea. El movimiento de las cámaras es inteligente y hace que el hecho de centrarse en el personaje principal no resulte molesto, afrontándolo con sutilidad pero sin dejar en ningún momento de darle la importancia que requiere. El guion, de puño y letra de Graham Moore, sí trastabilla un poco y, pese a que dispone los eventos con inteligencia y aguarda con paciencia para dar los pasos oportunos, tropieza en más de una ocasión haciendo temblar los cimientos de un hilo narrativo que requiere solidez, lo que afecta, obviamente, al trabajo de Tyldum tras las cámaras, que ve cómo desaparecen algunos escalones necesarios para ir ascendiendo en el relato de forma efectiva. Los personajes son otro de los puntos menos fuertes del guion y Tyldum no hace ninguna maravilla con ellos, dejando que aparezcan como extremidades ajenas del protagonista, cumpliendo funciones específicas y sin echar ni una gota fuera del tiesto. Por eso el trabajo de Tyldum tiene lagunas: porque hace a la perfección aquello en lo que se centra pero descuida sobremanera elementos que deberían tener una gran importancia, empezando por el desarrollo humano del personaje más allá de sus actos y de su descripción a expuertas.

Benedict Cumberbatch hace un trabajo insuperable con uno de esos personajes que gustan tanto a los actores porque aparecen casi vacíos y se expanden muchísimo, dejando todo el margen imaginable para que el actor pueda moldearlos dentro, eso sí, de unos parámetros lógicos. Keira Knightley es la secundaria más relevante y su labor es de una calidad incuestionable, siendo, sin embargo, uno de los grandes ejemplos de la dejadez evidente con la que se opera en todos los personajes salvo el protagonista. Matthew Goode está sembrado y se adapta a la época en la que suceden los hechos con mucha clase, Allen Leech muestra una gran técnica al aprovechar su espacio y Matthew Beard saca adelante a su personaje pese a los pocos recursos de los que dispone. En otro plano encontramos, con sendos trabajos de nivel, a Mark Strong y a Charles Dance.

Resumiendo: The Imitation Game es una película con una factura de matrícula de honor que, sin embargo, descuida una parte importantísima en cualquier organismo: las conexiones entre las distintas células. Dotada de una fotografía y una ambientación de alto nivel y con un reparto que rinde francamente bien, hay errores que limitan mucho a la película, empezando por un guion con altibajos y acabando por una notable decadencia en el discurso artístico del director noruego Morten Tyldum.
Grijander
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