La alianza del mal es una película que mezcla la magia con el cine slasher, pero sin tener nada mágico ni sin ser un slasher. Es como una idea que te viene a la cabeza y que luego decides no desarrollar porque no va a ninguna parte.

Renny Harlin es un hombre extraño, lo he dicho en varias ocasiones. Tiene algo, pero le falta todo lo demás. En La alianza del mal, Harlin nos presenta algo así como una historia de miedo enfrascada en un tubo gótico pintado por un pijo de Ralph Lauren y aderezado por una banda sonora metalera. La combinación augura pocas posibilidades y al final acaba resultando lo que se espera: una película con fotografía de videoclip, reparto plagado de caras guapas y sustancia inexistente. El guion de J.S. Cardone parte de una premisa con cierto atractivo, pero se ve incapaz de desarrollar vida propia y acaba dejándose llevar por la corriente que él mismo crea. Con eso en sus manos, Harlin propone un enfoque que tiende a buscar el suspense y los giros, pero acaba dejándose a sí mismo en evidencia porque los mentados giros son derivativos y en ningún caso responden a la necesidad del espectador por hilar la narración, puesto que dicha necesidad no existe. Los efectos especiales son solamente otra muestra del bajo nivel de la producción en todas sus facetas.

El reparto está plagado de caras bonitas y de poco talento. Steven Strait protagoniza la película exhibiendo sonrisa perfecta y músculos definidos, y dejando patente su incapacidad para dejar de ser el chico guapo para convertirse en un personaje real. Sebastian Stan, en su rol de antagonista, hace un trabajo bastante convincente, aunque por desgracia su personaje está construido con tan poco tino como el resto, por lo que de lo único de lo que convence es del escaso talento de todos los responsables de la película. Toby Hemingway flaquea cuando más le exige su personaje y, curiosamente, se viene arriba en las apariciones cortas. Chace Crawford interpreta al típico personaje que está ahí porque, por algún motivo, la historia dice que hay cinco familias, pero su trabajo es tan difícil de encontrar que es incluso difícil de valorar. Laura Ramsey es la pareja del chico guapo principal y, cómo no, una chica muy guapa también que aparece en bragas constantemente y que enamora con la sonrisa, pero que echa un poco para atrás cuando se le exige algo de intensidad.

Resumiendo, que es gerundio: La alianza del mal es una mala película desde el primer escalón hasta el último. A mí, personalmente, me da la sensación de que es un videoclip que se toma a sí mismo demasiado en serio y que se encuentra con la complicación de tener que incluir diálogos, algo que, en vista del resultado, es un suicidio en toda regla. A nivel visual es muy floja y ni las bellezas del reparto consiguen remediar eso. Eso sí: como película con la que no pensar en nada, tiene un pase.