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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
6
Drama John, un abogado sin escrúpulos, está casado con Ann, una mujer seria e introvertida. Ella, aunque muestra poco interés por el sexo, se siente segura de su matrimonio. John, en cambio, es un adicto al sexo y tiene una aventura con Cinthia, la extrovertida y desenfadada hermana de Ann. La llegada del enigmático Graham, un antiguo compañero de John en la universidad, alterará la vida de Ann. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho había oído y leído sobre Sexo, mentiras y cintas de video y esperaba de ella una película intensa, compleja y densa. Sin embargo, lo único destacable son unos personajes magníficos, ya que realmente el guion se mueve casi por inercia y tiene poco que contar.

La ópera prima de Steven Soderbergh sienta las bases sobre lo que sería su cine a partir del momento. Gracias a Dios (o a quien sea), muchas de sus obras a partir de la fecha han tenido más que contar que Sexo, mentiras y cintas de video. Sé que mi opinión crispará a quienes se las den de intelectuales poniendo por las nubes una película a la que solamente idolatran porque la marea crítica la ha puesto por las nubes convirtiéndola en obra de culto, al igual que soy consciente de que también mosqueará a quienes sí vean algo en ella que yo no veo. El problema está en que los del primer grupo siempre creen que están en el segundo. El guion de Soderbergh construye unos personajes soberbios, tremendamente distintos entre sí y con lazos comunes, que se muestran poco a poco tal como son. Los cuatro "protagonistas" van mostrándonos sus capas con esmero, con la habitual atención que pone Soderbergh en los diálogos, que constituyen aquí el mayor logro de la película, medidos y diciendo las palabras exactas sin tener que hablar demasiado. Además, la austera ambientación (fruto de un presupuesto escaso) contribuye a convertir la película en cercana, llegando a pensar que le puede estar pasando al vecino de arriba. Hasta ahí lo bueno. Después viene el desarrollo de la película, que se basa en repetir una y otra vez las mismas situaciones. Como ya he dicho, eso es un lujo para que los personajes se expandan, pero lastra de sobremanera el conjunto del metraje.

Andie MacDowell está realmente bien dando rienda suelta a su talento para convertirse en un persona más que en un personaje, algo difícil de ver en el cine. La naturalidad es la base sobre la que se cimienta su sólida interpretación. James Spader está soberbio, creando emociones con la mirada y con gestos que parecen no existir pero que calan dentro del espectador a modo de ninja para hacer de su personaje alguien enfermo pero a quien no podemos evitar sentir apego. Peter Gallagher es el más flojo del reparto. El problema de Gallagher ha sido siempre, a mi entender, que va de guapo por la vida y cree que no necesita nada más. Laura San Giacomo es la que tiene un papel más básico, anclado en sus deseos carnales y que sirve solo para engrasar la maquinaria de los otros tres y detonar la dinamita.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grijander
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