Probablemente las posibilidades de salir indemne de tanta colisión espacial, de tanta escasez de O2 o de combustible, así como la probabilidad de que un pequeño objeto en el espacio colisione precisamente contigo sean, creo yo, nanoinfinitesimales, la película me ha parecido de una belleza estética y de un realismo sobrecogedor.
A mí, personalmente, me ha dejado boquiabierto. Me he quedado absolutamente anonadado con el realismo y la belleza de la fotografía y con la insuperable interpretación de Sandra Bullock. He llorado cuando ella lloraba, he sonreído cuando ella sonreía, he sentido ansiedad cuando ella la sentía y he tenido su mismo temor al vacío y a la infinidad del espacio.
Pocos diálogos, pero muy bellos y con profundidad de mensaje. En este sentido, creo que dos palabras bien hiladas dicen más que diez mil mal hilvanadas. Me ha gustado mucho ese: -Odio el espacio. -Una aseveración que nos hace pensar en nuestra pequeñez ante el vacío, ante una infinitud tan grande que desborda nuestros límites de pensamiento.
Lo dicho, muy buena. Eso sí, creo que es una peli no apta para amantes de thrillers vertiginosos.