Nefasta producción que pensaba que teniendo como protagonistas a actores como Alec Baldwin (La Verdad Duele) o Salma Hayek (El Otro Guardaespaldas) tendría las espaldas cubiertas. Pero nada más lejos de la realidad. El talento de esta película se evapora una vez salen a escena los actores, que poco pueden hacer ante un guión sin alma ni gracia. Bueno, lo único que hacen los actores protagonistas es cobrar, que tampoco está mal. Así que viendo el desaguisado de esta producción, lo mejor que aporta es que es corta, aunque ni así nos hace degustar algo bueno en todo este desaguisado, pues el espectador está más pendiente del reloj que de lo que se cuece en la trama de una historia pésima y mal ejecutada. Con personajes esperpénticos ya desde el principio, los secundarios ayudan incluso menos y ahí tenemos a Joe Manganiello (Magic Mike) o Bridget Moynahan (Yo, Robot) haciendo el canelo en este despropósito.

Bajo la dirección encontramos al “talentoso” Fred Wolf, responsable de la secuela de Joe Guarro, obra esencial en la historia del cine. Un director que no hace nada más que poner la cámara en los dos o tres sitios para tirar hacia delante la historia, porque a la hora de sacar provecho de sus actores, es un cero patatero. Ni siquiera rueda bien la comedia, que es lo único que supuestamente hace bien y más que risa, los protagonistas dan pena delante de las cámaras supremas del señor Wolf. En fin, lástima de dinero perdido en esta producción, que aunque se ve que no fue mucho, se desaprovecha totalmente en una historia que quiere emular a Resacón en Las Vegas y se queda simplemente en Resacón de Pacotilla en el Patio de mi Casa.