Después de mucho tiempo de su primera visualización (en el cine en pleno verano) he podido ponerme ante el ordenador y lanzarme a escribir la crítica de la que considero una de las sorpresas cinematográficas del año 2022. Aunque es cierto que podría haberla escrito mucho antes, mi obsesión por llevar estas críticas en orden de visualización ha provocado que llegue en pleno invierno y fechas navideñas. Pero como yo digo, más vale tarde que nunca. Y espero que merezca la espera, porque esta es sin duda una de las películas más entretenidas vistas en los últimos meses.

Entrando en materia, Bullet Train es simplemente lo que muestran los tráilers: una película de acción. Pero no se queda sólo en sus muy elaboradas escenas de acción, capaces de explotar al máximo su ejecución en un espacio tan reducido como son los diferentes vagones del tren bala que viaja destino Kyoto. Gran culpa de esto la tiene el curtido director en cine de acción David Leitch (John Wick, Deadpool 2) que aporta su conocimiento en esto del arte del muere-muere con suficiencia, elegancia y espectacularidad. Pero no se queda ahí la cosa, porque además aporta su sello personal a la cinta aportando un humor característico, totalmente apropiado al tono de la producción, con unos golpes cómicos que no quedan nunca fuera de lugar y van en plena sintonía con el devenir de la película. Además, acierta de pleno con la elección del reparto, tan lleno de personajes tan dispares que otorga más mérito si cabe a esta película del verano, o mejor dicho "La Película del Verano 2022".

En este amplio reparto destacamos el protagonismo de un Brad Pitt (Érase una vez en... Hollywood) superlativo, donde da rienda suelta a todo su buen hacer interpretativo, aportando humor, escenas de acción magníficas y aportando, aunque parezca mentira, encanto. Con un personaje llamado Mariquita, Pitt nos disecciona uno de los personajes más singulares interpretados a lo largo de su amplia carrera y nos demuestra que los papeles que toca últimamente le vienen como anillo al dedo, además demostrando que se encuentra en un estado interpretativo pletórico. A él se le une un elenco de intérpretes realmente acertado, donde cada uno de ellos aporta un personaje diría que casi inolvidable. Quizás, y pongo esto como un breve apunte, esto sea gracias a la forma en que se ha editado la película y al guión: cada personaje es presentado según va apareciendo en escena, y esto provoca que el espectador se interese, si cabe, más en cada uno de ellos. Así, Mandarina y Limón están genialmente encarnados por Aaron Taylor-Johnson (Kick Ass) y Brian Tyree Henry (Eternals), actores que desprenden una química fabulosa entre sí y que nos demuestra que incluso en películas de acción podemos encontrar muy buenas interpretaciones. Encontramos también a un clásico del cine japonés actual como es Hiroyuki Sanada (El Último Samurái) aportando serenidad a la locura que rodea la cinta. Y no se quedan atrás las actuaciones del siempre sobrio Michael Shanon (La Forma del Agua), Andrew Koji (serie Warrior), la joven Joey King (Expediente Warren: The Conjuring), Zazie Beetz (Deadpool 2) y los cameos de Channing Tatum (Magic Mike), Sandra Bullock (Gravity) o Logan Lerman (Percy Jackson). Todos ellos tienen cabida en un tren que tiene un destino conocido pero con un desenlace totalmente incierto donde la violencia y el humor bizarro tienen cabida en cado uno de sus vagones.

Mención aparte tiene la música, espléndida en cada una de sus apariciones y acordes o totalmente irónicas en las escenas que nos sumergen en la historia de la película. Además, otro de los puntos fuertes de la cinta es el estupendo montaje, donde transita a la perfección con el guión, bien explotado por la puesta en escena y la genialidad que tiene a la hora de presentar a cada uno de los personajes implicados en el drama que observamos. Genial es también la presentación de otro "personaje mudo" en la implicación de los hechos que se desarrollan, dejando al espectador con la boca abierta en un rictus de sonrisa y asombro por la valentía de los guionistas en incorporarlo a la trama. Pero así es Bullet Train, una de las películas de acción más bizarras, bien hechas y mejor interpretadas de los últimos años, donde nos muestra una historia bien construida alrededor de los hilos invisibles que teje el destino con personajes que en apariencia no tienen ningún tipo de conexión. Y en verdad, está muy bien narrada y muy bien apadrinada por el amigo Pitt.