La última película de Luca Guadagnino, ha llegado a los cines y está causando un gran revuelo entre los críticos y el público. Protagonizada por Zendaya, la película se sumerge en el mundo del tenis profesional, pero con un giro dramático y emocional que va más allá del deporte.

La historia sigue a Tashi Duncan (Zendaya), una ex prodigio del tenis convertida en entrenadora, que se encuentra en un triángulo amoroso con dos tenistas: su esposo en una racha de derrotas (Mike Faist) y su ex mejor amigo y ex novio (Josh O’Connor). La película explora las complejidades de las relaciones personales y profesionales, y cómo estas se entrelazan en el camino hacia la redención y el éxito.

Lo que hace que se destaque es su capacidad para mantener al espectador enganchado no solo con la acción en la cancha, sino también con la intensidad de las emociones y las relaciones entre los personajes. Es una película que captura la esencia del tenis como metáfora de la vida, donde cada punto cuenta y cada juego puede cambiar el destino de los jugadores.

En resumen, es una película que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión, ofreciendo una mirada profunda a lo que realmente significa ganar, tanto en el deporte como en la vida. Con actuaciones estelares y una dirección magistral, es una película que no debe perderse.