Bullet Train es una película de acción, thriller y comedia negra dirigida por David Leitch, basada en la novela Maria Beetle de Kôtarô Isaka. Narra las peripecias de cinco asesinos a sueldo que coinciden en un tren bala que viaja de Tokio a Morioka, y que descubren que sus misiones están relacionadas entre sí. El reparto está encabezado por Brad Pitt, que interpreta a Ladybug, un asesino con una memoria prodigiosa para las caras pero no para los nombres. Le acompañan otros actores de renombre como Joey King, Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry, Sandra Bullock o Bad Bunny.

Es un divertimento frenético y desenfadado, que combina escenas de acción espectaculares con momentos de humor absurdo y sarcástico. El director aprovecha el espacio reducido del tren para crear situaciones tensas, violentas y cómicas a la vez, y para dar rienda suelta a su imaginación visual. No se toma en serio a sí misma, y juega con los clichés del género de asesinos profesionales, creando personajes extravagantes y caricaturescos. El guion es ágil y dinámico, aunque a veces peca de ser demasiado confuso y previsible.

Tiene un ritmo trepidante, que no da respiro al espectador. Sin embargo, también tiene algunos defectos, como una duración excesiva, una trama algo enrevesada y unos personajes poco desarrollados. Algunas escenas resultan poco creíbles o forzadas, y el tono puede resultar inconsistente o chocante en algunos momentos. No pretende ser una obra maestra ni una reflexión profunda sobre la violencia o la moralidad, sino un entretenimiento palomitero y desenfadado.

Me ha parecido una película divertida y entretenida, que cumple con su propósito de hacer pasar un buen rato al espectador. Sin embargo, también me ha parecido una película olvidable y superficial, que no aporta nada nuevo ni original al género. Creo que podría haber sido mejor si hubiera tenido un guion más sólido y unos personajes más carismáticos.