Tom Cruise no es de mis favoritos, pero algo que me gusta es que las películas que ofrece no suelen ser aburridas. Sabe lo que el público quiere y lo hace. Aquí hace un papel al que no estamos acostumbrados, de un tipo duro, que no suele estar de broma como otros personajes.
Película que dura dos horas y pico pero no se nota, con un ritmo bien llevado de principio a fin, buenos y malos bien definidos y las apariciones estelares de Duvall y Hergoz.
Lo mejor: El personaje principal, el montaje y que no hay ninguna escena romántica metida a calzador puesto que no lo necesita. ¡Ah!, y el vestuario de Rosamund Pike, realzando sus atributos.