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España España · Madrid
Voto de Naran:
6
Terror. Fantástico. Intriga Rose es una joven madre (Radha Mitchell) que trata de encontrar curación para su hija enferma. Incapaz de resignarse al diagnóstico de los médicos que proponen internarla de forma permanente en un centro psiquiátrico, Rose huye con su hija hasta llegar a una ciudad aparentemente desértica. (FILMAFFINITY)
22 de diciembre de 2007
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de tantas y tan malas adaptaciones al cine de famosos videojuegos, llega la película vendida como "la película que en verdad haría justicia al noble entretenimiento del videojuego", afortunadamente no dirigida por Uwe Boll sino por el cineasta francés Christopher Gans, director de películas interesantes como El pacto de los lobos o truños de acción. ¿La idea base? El respeto a toda costa al espíritu de la obra original, requisito indispensable de los dirigentes de Konami para vender los derechos de una de sus más preciadas joyas. Y quizá ese sea su mayor defecto: hacer una película exclusivamente para que los fans de Silent Hill puedan decir "¡mira, como en el videojuego!".
La película empieza bien. La argumento versión sencilla se expone rápidamente y pronto disfrutamos de lo que la película promete: Rose buscando a su hija en el nebuloso pueblo. La atmósfera del pueblo, a pesar de lo curtidos que estamos en esto de las lides de terror, da escalofríos. Pero no todo va a ser ambiente, así que los maravillosos monstruitos no tardan en aparecer. Y lo curioso es que Christopher Gans y demás gente de diseño consiguen plasmar imágenes extraordinarias, filmadas con un estilo etéreo y con pretensiones líricas, donde hasta la más grotesca criatura tiene cierta belleza malsana que acentúa su impacto y evita que la cruzada de Rose se convierta justo en lo que se convertían las heroínas de Resident Evil: matamonstruos.
Una vez que todas las incógnitas han sido destapadas, no queda más que resolverlas. Ahora es cuando entra en escena el resto del pueblo convertido en una secta fanática y acaban por cargarse la película. Y es que una cosa es no poder desviarse de la historia original y otra embarullar una historia ya de por sí complicada y aburrir al personal. La película se hace eterna y la larguísima explicación final no te aclara mucho (de hecho, mi fanática compañera que botaba cada vez que veía al monstruo cabeza-yunque me tuvo que explicar toda la historia). Vamos, que el sabor de boca final no es precisamente agradable, especialmente con la escena Hellraiser del final, demasiado repetitiva.
La música, aunque altamente tramposa, cumple su cometido, y salvo el temita de órgano del final, de risa, asusta cuando tiene que asustar. Los actores, correctillos, salvo la niña, que resulta bastante repelente, agravado aún más por el cutre-doblaje. Lo mejor, los buenos efectos visuales y la escena de las enfermeras, que puede producir cierto terror por lo grotesco de la escena o la carcajada general por el bailecito a lo Michael Jackson.
Silent Hill es un filme que da la impresión de ser película y no un videojuego filmado, cosa que se agradece. Perfecta para algunos, decepcionante para otros, en realidad es una cinta de terror entretenida, con muchos tópicos, sangre, monstruos y finales no convencionales.
Naran
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