Y el título no es otro "misterio" de la serie sino lo que hemos de padecer todo espectador de series y lectores de novelas. Intrigantes comienzos, complejos enigmas, sugerentes escenas, que tienen... demasiadas páginas. Cuentos cortos se convierten en novelas de 700 páginas y una peli de 90 minutos en una serie de 8 episodios de 60 minutos cada uno, y gracias porque nos amenazan con otra temporada en el caso de OA. También tenemos que añadir la mezcla en la trama de situaciones que no se sabe si son oníricas, producto de una locura o viajes a otra dimensión. Ya nos advertía Truman Capote: "La diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser coherente". Pero, claro, desde que apareció la segunda temporada de Twin Peaks todo vale.
Otro problema de esta serie es que aburre, y aburre por larga, es decir realmente es el mismo problema siempre. Eso sí, para los amigos en buscar explicaciones intelectuales, para las mentes lúcidas que pueden comprender no una segunda lectura sino una tercera, cuarta... seguro que tienen para horas de entretenimiento porque si el juego es descubrir lo que los autores dejan aquí y allá como esotéricas pistas seguro que las descubren aunque ni siquiera existan. Si es para disfrutar, de principio a final, no la vean. Desde luego no perderé el tiempo con otra temporada.