Comedia bíblica en plena era Prehistórica, donde se nos presenta a un cazador y a un recolector (Jack Black y Michael Cera), quienes se encargan de realizar la caza para saciar el apetito de su tribu, pero dada su ineptitud, son expulsados del poblado. Condenados a vagar por un mundo aún sin descubrir, ambos deberán aunar sus fuerzas para afrontar las terribles aventuras que les aguardan...

De Jack Black poco hay que comentar para el que haya echado un ojo al resto de sus comedias. Le han dado uno de los papeles que mejor le representa. Él es así, queramos o no, un tío que sólo hace gracia a base de soeces y golpes imposibles. Quizá "chupe" demasiada cámara en algunos momentos y siempre quiera imponer su ley, pero es una garantía para la risa facilona. Michael Cera, quien sigue entumecido desde 'Supersalidos', no es la pareja perfecta de Black, pero cumple perfectamente su papel, que no es otro que ser la cabeza pensante y ser la diana perfecta para todas las putadas que suceden en el filme.

Sin tener en cuenta las espantosas licencias históricas que el señor Harold Ramis nos presenta con esta mezcla multicultural imposible, que el guión juegue en segunda división destinado a un público juvenil, que el cartón-piedra inunde todos los decorados, que las tías estén maquilladas como prostitutas, que en algunos momentos roce lo escatológico, que se olvide con facilidad, que se eche más en falta a "McLovin" y que hayan dejado el tema abierto para una secuela... la cinta CUMPLE como comedia -a pesar de que muchos no lo vean así- consiguiendo un par de risas en cualquier tarde tonta de ésas que no nos apetezca ver una película pesada. Eso sí, también una cosa os digo, no es lo mismo verla solo en casa que en pantalla grande contagiado por el jolgorio de todos los críos de la sala…