Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de kikujiro:
5
Musical. Comedia. Drama. Romance Marieta quiere dejar de llamarse Adolfo. Llamarse como su padre y tener como él veinte centímetros, le produce repelús. Marieta desea ser una mujer respetable y con todas las de la ley. Sufre de narcolepsia y se queda dormida en el momento menos oportuno. Pero en sus ataques de sueño, que dan origen a los números musicales, Marieta canta maravillosamente y habla idiomas. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2005
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se habla de lo personal y arriesgada que esta película. Bueno, vale, podría ser. Pero se nota que la sombra de Almodóvar es larga, muy larga. Ramón Salazar parece que pretende convertirse en el nuevo gurú del cine gay en España. Pero sus dos largometrajes dejan un panorama bastante desalentador. Hay que reconocer que "Hongos" tenía su gracia, y mucha (aunque casi toda se basaba en aprovechar a Mónica Cervera). Con "Piedras" llegó el descalabro. Una “película de mujeres”, donde los retratos no podían ser más estereotípicos y de la que muy poco se podía salvar de la quema.

"20 centímetros" mejora (algo nada complicado) el resultado de su predecesora, pero es una película, a todas luces, fallida. La película es un musical, eso vaya por delante. Parece que el malagueño siempre soñó con hacer uno. Pues bien, aparte de algún número musical medio salvable, la mayoría de ellos son bastante malos; cuando no, un absoluto despropósito (ese “Quiero ser santa”, esperpéntico). Por no hablar de lo poco que aportan al conjunto del filme, o de la inverosímil narcolepsia de la protagonista para explicar esos numeritos. Que está muy visto ya lo de soñar para evadirse del cruel mundo que te ha tocado vivir.

Ese cruel mundo lleno de miserias y personajes marginales es el que sí retrata con bastante más acierto Salazar. En ocasiones es capaz de arrancarnos una sonrisa, o de emocionarnos, o de engancharnos a sus historias, sus alegrías o sus miserias. En otros momentos se le va demasiado la mano, o es capaz de meternos historias tan previsibles como la del personaje de Rossy de Palma, un momento de guión tan visto, que no provoca ningún impacto.

Y es que para ser una referencia en el cine homosexual (o, simplemente, en el cine) no basta con querer serlo, y no basta con tratar los mismo temas que ya han tratado Fassbinder o Almodóvar. Hay que hacerlo bien. Esperemos que así sea alguna vez.
kikujiro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
La calle de la Navidad
2023
Reginald Hudlin
4,2
(1.044)
arrow