La película es tramposa y pretendidamente afable, y me sorprende cómo Denzel Washington se prestó a semejante insulto a la inteligencia. Esto era para gentes como Will Smith o Matt Damon, no para un tipo valiente como él. A propósito, el actor es de lo poco estimable de la película, junto a su inicio, a los Rollings, a cómo refleja una adicción y a los gigantes John Goodman y Bruce Greenwood, secundarios de lujo dónde los haya. Todo eso no es poco, no digo que no, pero es el velo en el que están envueltos esos valiosos elementos lo que los convierten en un ladrillo.

Entre otras cosas, porque el resto es completamente desechable. La aparición de la chica de la película no viene a nada, ni sirve para nada más que para la redención del protagonista. Todas y cada una de sus escenas se ven impostadas, absolutamente acartonadas. Muy mal, Zemeckis, porque teniendo una buena materia prima la cocinas peor imposible. Con lo bueno que eras en los ochenta y en los noventa, que lo mismo hacías un drama sosegado que un thriller palomitero que una comedia punzante que una de extraterrestres más profunda de lo que podría parecer, yquí te has lanzando en plancha al convencionalismo más desesperante.