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Voto de Miquel:
8
6,9
29.810
Drama. Romance. Bélico
A punto de terminar la I Guerra Mundial (1914-1918), Mathilde recibe la noticia de que su prometido es uno de los cinco soldados que, tras haber sido sometidos a un consejo de guerra, han sido enviados a la tierra de nadie que hay entre el ejército francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. A pesar de todo, emprende un duro viaje para conocer el destino de su prometido y, aunque las noticias que va recibiendo son ... [+]
5 de enero de 2010
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado de Jean-Pierre Jeunet (Francia 1953), conocido por sus films “Delicatessen” (1991), “Amelie” (2001) y otros. El guión, de J. P. Jeunet y Guillaume Laurant, adapta la novela epistolar “Un long dimanche de fiançailles” (1991), de Sébastien Japrisot (pseudónimo de Jean-Baptiste Rossi). Se rueda entre agosto/2003 y febrero/2004, en París (Museo Nacional de Historia Natural, Plaza de la Ópera, Museo Orsay, estación de Austerlitz...), Córcega, Poitiers y Finisterre (Bretaña), con un presupuesto de 55 M USD. Nominado a 2 Óscar (dirección artística y fotografía) y a 12 César, gana 5 César. Producido por Bill Gerber, Jean-Louis Monthieux y Fabienne Tsaï para la Warner, se estrena el 27-X-2004 (Francia y Bélgica).
La acción dramática tiene lugar en París y Bretaña en torno a 1920. Mediante flashbacks evoca hechos del pasado: de la infancia (Bretaña), de poco antes de la IGM (Bretaña), de los años de la contienda (1914-18) (Somme, Bretaña y París) y de los años posteriores al fin de la guerra. Mathilde Donnay (Tautou), huérfana, tenaz, malhumorada, introvertida, hermética y con dificultades de movilidad a causa de una poliomielitis infantil, vive con sus tíos en Bretaña, donde nació. Su prometido, Manech (Ulliel), amigo de la infancia, inexperto y frágil, es movilizado a raíz del estallido de la guerra y destinado al frente de Somme (Amiens), en la trinchera “Bingo Crepuscle”.
El film suma drama, misterio, romance y guerra. Explora los horrores de la guerra en los campos de batalla sembrados de trincheras y alambradas; el sufrimiento moral y físico de los soldados desplazados al frente; los efectos que se padecen en la retaguardia; y las secuelas de la guerra que perduran más allá de su finalización. La guerra se presenta como una realidad absurda, devastadora, despiadada y atroz. Más que de imágenes impresionantes, hace uso del análisis del mundo interior de las personas: sentimientos, emociones y frustraciones, que contempla de modo sereno, contenido e interiorizado.
La narración se apoya en la voz en off de un narrador omnisciente (la voz de Leonor Watling en la versión doblada al español). Las escenas centrales se explican desde diferentes puntos de vista, que componen una aproximación similar a la empleada por Kurosawa en “Rashomon” (1950). Se hace uso de la figura de la comparación de contrarios: confronta dos mujeres (Mathilde y Tina), dos actitudes (amor y esperanza frente a odio y venganza), dos mundos (la idílica Bretaña y los campos devastados de Somme), dos cromatismos (colores plomizos y oscuros del campo de batalla frente a los verdes y dorados de la campiña bretona), los cuerpos enfangados y sin vida de los caídos y el desnudo parcial de Matilde, la muerte desoladora y aleatoria en el frente y el amor en la retaguardia, etc.
La acción dramática tiene lugar en París y Bretaña en torno a 1920. Mediante flashbacks evoca hechos del pasado: de la infancia (Bretaña), de poco antes de la IGM (Bretaña), de los años de la contienda (1914-18) (Somme, Bretaña y París) y de los años posteriores al fin de la guerra. Mathilde Donnay (Tautou), huérfana, tenaz, malhumorada, introvertida, hermética y con dificultades de movilidad a causa de una poliomielitis infantil, vive con sus tíos en Bretaña, donde nació. Su prometido, Manech (Ulliel), amigo de la infancia, inexperto y frágil, es movilizado a raíz del estallido de la guerra y destinado al frente de Somme (Amiens), en la trinchera “Bingo Crepuscle”.
El film suma drama, misterio, romance y guerra. Explora los horrores de la guerra en los campos de batalla sembrados de trincheras y alambradas; el sufrimiento moral y físico de los soldados desplazados al frente; los efectos que se padecen en la retaguardia; y las secuelas de la guerra que perduran más allá de su finalización. La guerra se presenta como una realidad absurda, devastadora, despiadada y atroz. Más que de imágenes impresionantes, hace uso del análisis del mundo interior de las personas: sentimientos, emociones y frustraciones, que contempla de modo sereno, contenido e interiorizado.
La narración se apoya en la voz en off de un narrador omnisciente (la voz de Leonor Watling en la versión doblada al español). Las escenas centrales se explican desde diferentes puntos de vista, que componen una aproximación similar a la empleada por Kurosawa en “Rashomon” (1950). Se hace uso de la figura de la comparación de contrarios: confronta dos mujeres (Mathilde y Tina), dos actitudes (amor y esperanza frente a odio y venganza), dos mundos (la idílica Bretaña y los campos devastados de Somme), dos cromatismos (colores plomizos y oscuros del campo de batalla frente a los verdes y dorados de la campiña bretona), los cuerpos enfangados y sin vida de los caídos y el desnudo parcial de Matilde, la muerte desoladora y aleatoria en el frente y el amor en la retaguardia, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Otros apoyos narrativos son los recuerdos (cartas, fotografías, placa de la trinchera...), objetos alegóricos (guantes rojos, faro, tuba, botas alemanas, etc.), imágenes simbólicas (cadáver de un caballo, crucifijo roto, luces crepusculares...), escenas escalofriantes (oficial que da patadas a los soldados muertos, incendio del hospital militar de campaña...) y sanciones inhumanas (condena a muerte de 5 soldados del frente). La ejecución de las sanciones hiela el alma.
Jeunet demuestra su admiración por Kubrick (“Senderos de gloria”, 1957) y Milestone (“Sin novedad en el frente”, 1930) y no oculta la influencia que recibe de Spielberg (“Salvar al soldado Ryan”, 1998). La secuencia de apertura a través de las trincheras, tomada de Kubrick, deviene un cálido homenaje al maestro.
Puntea la cinta con un amplio y variado repertorio de recursos cómicos, basados en hechos chocantes y excéntricos, lances de humor y personajes extravagantes (el cartero, el detective Pire, los tíos de Matilde...). Con la simpática figura del cartero y otros elementos rinde homenaje a Jacques Tati (“Día de fiesta”, “Mi tío”...).
Son escenas memorables el beso infantil a través del cristal, los juegos de niños en el faro, el camposanto de cruces blancas alineadas, Manech esculpiendo en el tronco de un árbol el símbolo de su amor por Matilde (MMM), el lento recorrido que ésta hace del pasillo de la casa de Jean DeRochelle, etc.
La banda sonora, de Angelo Badalamenti (“Mulholland Drive”, Lynch, 2001), ofrece una partitura nostálgica y de misterio, con un tema principal (“Mathilde”) sencillo, de pocas notas y gran belleza. Como música añadida adapta un fragmento de “Aashe’s Death” (Peer Gynt), de Edvard Grieg; otro de “Danza macabra”, de Camille Saint-Saëns y un tercero de “Pace, pace mio Dio”, de Verdi. La fotografía, de Bruno Delbonnel (“Amelie”, 2001), en color, muestra su afición a los espacios abiertos, los paisajes de costa, el mar, los movimientos de cámara, los grandes travellings, los planos picados y contrapicados. Suma tres tipos de estética: expresionista e hiperrealista en las escenas bélicas; impresionista y preciosista en las escenas de la campiña; y clasicista y detallista en las escenas de París (cautivador cuadro viviente de la plaza de la Ópera).
Bibliografía
- Susanna FARRÉ, “Largo domingo de noviazgo”, ‘Miradas de cine’, nº 34, enero 2005.
- Tònia PALLEJÀ, “Largo domingo de noviazgo”, ‘La Butaca’, www.labutaca.net, 2005.
Jeunet demuestra su admiración por Kubrick (“Senderos de gloria”, 1957) y Milestone (“Sin novedad en el frente”, 1930) y no oculta la influencia que recibe de Spielberg (“Salvar al soldado Ryan”, 1998). La secuencia de apertura a través de las trincheras, tomada de Kubrick, deviene un cálido homenaje al maestro.
Puntea la cinta con un amplio y variado repertorio de recursos cómicos, basados en hechos chocantes y excéntricos, lances de humor y personajes extravagantes (el cartero, el detective Pire, los tíos de Matilde...). Con la simpática figura del cartero y otros elementos rinde homenaje a Jacques Tati (“Día de fiesta”, “Mi tío”...).
Son escenas memorables el beso infantil a través del cristal, los juegos de niños en el faro, el camposanto de cruces blancas alineadas, Manech esculpiendo en el tronco de un árbol el símbolo de su amor por Matilde (MMM), el lento recorrido que ésta hace del pasillo de la casa de Jean DeRochelle, etc.
La banda sonora, de Angelo Badalamenti (“Mulholland Drive”, Lynch, 2001), ofrece una partitura nostálgica y de misterio, con un tema principal (“Mathilde”) sencillo, de pocas notas y gran belleza. Como música añadida adapta un fragmento de “Aashe’s Death” (Peer Gynt), de Edvard Grieg; otro de “Danza macabra”, de Camille Saint-Saëns y un tercero de “Pace, pace mio Dio”, de Verdi. La fotografía, de Bruno Delbonnel (“Amelie”, 2001), en color, muestra su afición a los espacios abiertos, los paisajes de costa, el mar, los movimientos de cámara, los grandes travellings, los planos picados y contrapicados. Suma tres tipos de estética: expresionista e hiperrealista en las escenas bélicas; impresionista y preciosista en las escenas de la campiña; y clasicista y detallista en las escenas de París (cautivador cuadro viviente de la plaza de la Ópera).
Bibliografía
- Susanna FARRÉ, “Largo domingo de noviazgo”, ‘Miradas de cine’, nº 34, enero 2005.
- Tònia PALLEJÀ, “Largo domingo de noviazgo”, ‘La Butaca’, www.labutaca.net, 2005.