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Voto de Sabino (Diari Menorca):
7
Fantástico. Aventuras. Drama En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina: construir un Arca para salvar al mundo del inminente diluvio. Todas las noches tiene una pesadilla recurrente en la que puede ver la catástrofe provocada por ese diluvio, pero después el sueño termina con la reaparición de la vida en la Tierra. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La rocambolesca y fascinante filmografía de Darren Aronofsky había resultado tan inquietante y provocativa hasta ahora que arriesgarse con un texto bíblico podía resultar una experiencia, como mínimo, peculiar… Aproximarse a una figura tan convergente y consensuada como Noé tampoco debería generar demasiada controversia, pero Aronofsky no se conforma con realizar el ‘blockbuster’ bíblico de indudable inventiva visual y jugosos efectos especiales que el famoso diluvio universal promete… ‘Noé’ (‘Noah’, 2014) es una experiencia cinematográfica realmente intensa, que reflexiona sobre la naturaleza humana y discrepa sobre su desempeño en el planeta, mostrándonos a su vez un fantasioso y bizarro mundo antiguo, con seres increíbles como ese milenario Matusalén (Anthony Hopkins) o los (¿entrañables? ¿ridículos? ¿fascinantes?) Vigilantes, encabezados por Samyaza (al que presta su voz en la V.O. Nick Nolte)…
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(+) El espíritu místico-fantasioso del mundo post-edénico, las ensoñaciones del protagonista y el increíble montaje de la Creación.
(-) Lo bíblico siempre acaba deparando interpretaciones equívocas o argumentos innecesarios.
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¿La Biblia encabezando la cartelera de Semana Santa? ¿Tan poco hemos cambiado? Nada más lejos de la realidad… El ‘Noé’ de Darren Aronofsky no le debe nada a los clásicos relatos mastodónticos de cartón piedra, infestados de extras y con las superstars de turno, enfundadas en impolutas túnicas de diseño… De hecho, el concepto de “lo bíblico” que nos encontramos dista mucho de los dilatados y plomizos metrajes mesiánicos que los Cecil B. DeMille, Samuel Bronston y compañía nos propinaban en los cines de barrio… ‘Noé’ es un contundente film sobre la ensoñación, el misticismo y el sacrificio que acarrea la devoción religiosa y es, además, una insólita aventura que recrea las sagradas escrituras desde una óptica claramente ‘fantastique’, más cerca quizás de J. R. R. Tolkien y de Robert E. Howard que de las blandas aproximaciones ‘new age’ a los textos bíblicos que se multiplican por las televisones durante estos días…
¡Qué cerca (y qué lejos) está Noé del Curtis LaForche (Michael Shannon) de ‘Take Shelter’ (Jeff Nichols, 2011)!..Las especulaciones intimistas del patriarca (encarnado con el insano aplomo de Russell Crowe), las diatribas familiares, las feroces interpretaciones de los sueños, el extraordinario uso de la ambigüedad que Aronofsky desarrolla entre el delirio, la premonición y el fanatismo… El presagio de una purga descomunal, el chubasco redentor que se lo llevará todo por delante, no deja de ser la visión (proyectada antropológicamente a toda la humanidad y a todas las épocas) de la tormenta que se avecina en el interior de uno mismo…Las dudas existenciales de Noé, sus constantes pruebas de fe, la titánica lucha contra sus propios miedos y su sacrificio son consecuentes al irreverente y aplastante planteamiento que hace Aronofsky sobre los auténticos planes del Creador a la hora de inundarlo todo…’Noé’, of course, es una obra que pretende ir mucho más allá de la simple metáfora bíblica…
La gran mayoría de películas no sólo se crean al calor de una circunstancia artística, intelectual o económica particular, sino que el ruido de fondo social, político y cultural tiene su incuestionable influencia…De un tiempo a esta parte la idea del fin se ha instalado en el imaginario colectivo; nada que ver con los mayas o la destrucción física del planeta, sino con el final de la civilización tal como la comprendíamos hasta ahora; sólo hace falta mirar alrededor para ver el profundo abismo donde ha caído la humanidad… Que el brillante espectáculo y el irreprochable reparto (Crowe, Hopkins, Jennifer Connelly, Ray Winstone, Emma Watson…) no nos impida ver la brutalidad narrativa y conceptual con la que Aranofsky se sitúa en las antípodas de cualquier amabilidad ontológica hacia nuestra especie…’Noé’, a veces grotesca, a veces siniestra, se erige como el más terrible discurso autodestructivo de los últimos tiempos; una forma de sublimar nuestra culpabilidad respecto al mundo… Una metáfora ecológica de amplio espectro que nos hace sospechar, claramente, que los que sobramos aquí somos nosotros…
Sabino (Diari Menorca)
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