Haz click aquí para copiar la URL
España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Luis Alberto Serrano:
8
Drama Drama ambientado en la tumultuosa Irlanda del Norte de finales de los años 60. Sigue al pequeño Buddy mientras crece en un ambiente de lucha obrera, cambios culturales, odio interreligioso y violencia sectaria. Buddy sueña con un futuro que le aleje de los problemas, pero, mientras tanto, encuentra consuelo en su pasión por el cine, en la niña que le gusta de su clase, y en sus carismáticos padres y abuelos.
17 de marzo de 2022
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con seguridad, la película más autobiográfica de Kenneth Branagh. Nacido en Belfast en 1960. Qué casualidad, que cuando ocurrieron los hechos de los disturbios de Irlanda del Norte en el que murieron ocho personas por diferencias religiosas, el propio Branagh tendría la edad del protagonista de esta historia. Aquí quiso captar todas esas sensaciones retenidas en su memoria y plasmarlas en una película que respira olor a familia.

Creo que este es el encanto principal de este film, la vuelta a la niñez que vamos experimentando a medida que cumplimos años. La inocencia de Buddy (Jude Hill) se traslada al espectador. El niño se auto cuestiona cosas que hacen que, todos los que hemos visto la película, nos tengamos que posicionar. ¿Es lícito emprender una lucha y derramamientos de sangre por cuestiones de religión o de diferencia de ideas? Yo tengo mi claro que mi disposición coincide con el del autor. Elijan, ustedes, la suya.

La película es un canto a tres motivaciones personales del director: la familia, el cine y… el amor. Rodada, como si fuera una obra de teatro, en tan pocos escenarios que nos damos cuenta que ese microespacio donde transcurren los hechos puede ser cualquier calle de Irlanda del Norte. De la particularidad representamos la generalidad. De eso trata esta historia. Y todo, contado a través de la visión inocente de un niño que siempre se mantendrá neutral, porque, su ignorancia de los temas, le darán una perspectiva lejos de los sectarismos propios de los adultos.

Las imágenes impactan. A mi gusto más de lo necesario. Rodada en blanco y negro para acomodar la visión a las de la época. Aunque a finales de los ’60 ya había televisores en color, todavía no era el standard. Las imágenes que se nos muestran en color (las películas y obras de teatro a las que asiste fascinado el joven Buddy) son un claro homenaje a la pasión de Branagh por estas facetas. De hecho, las composiciones de los planos de cámara durante toda la película nos hacen recordar al cine de Kubrik o Kurosawa, pero, sobre todo, a la obra cumbre del cine “Ciudadano Kane” de Orson Welles. Y, aunque me encanta este tipo de esfuerzos en las películas, aquí creo que hay una sobre saturación en la elección de planos picados y contrapicados que no se justifican ni en la percepción psicológica de los personajes ni en la trama en sí. Vamos, que son gratuitos y sin fundamento.

La película entretiene y mucho. En su contra, que gira en torno a los mismos temas redundantemente (la deuda de la familia, la enfermedad del abuelo, las presiones para posicionarse religiosamente, etc.). Al final, lo que nos queda es que es un alegato anti religioso. Los planos del cura diciendo la homilía se me antojan pretendidamente ridículos para reforzar el sinsentido de los dogmas de algunas religiones.

Las interpretaciones de los personajes están acordes al esfuerzo que se ha hecho con la imagen. Es obvio que Branagh es un gran director de actores y creo que con este elenco ha sabido transmitir, con veracidad, las ideas que expone y la psicología de cada uno de ellos. Judy Dench, octava nominación al Óscar (sólo lo gano por “Shakespeare enamorado” (John Madden, 1998). Esto también hace agradable la película, porque empatizas con todos ellos, especialmente con el pequeño Buddy.

@luisalserrano @MiPropiaLuna
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow