Me acuerdo perfectamente cuando la ví en su día, era un niño y me dejó impactado, incluso luego me la leí en inglés para admirar el guión que es una obra de arte. Resulta que Morgan Freeman es un policía veterano, curtido en mil batallas y que ha visto de todo y entabla una relación con un joven e inexperto policía que es Brad Pitt, su mujer vive sola y no se adapta a la ciudad, está interpretada por Gwyneth Paltrow (en esa época eran pareja).

La película retrata la oscuridad de la ciudad, David Fincher hace un retrato intenso y poderoso de la maldad de la condición humana, de lo triste que puede ser la vida, de la ciudad y sus lacras...

Retrata todo con una precisión y cuenta una historia tan intensa y poderosa que te deja sin aliento. Y el final es inolvidable. Resulta que Morgan y Brad se verán envueltos en un caso complicado y difícil, un asesino en serie interpretado por Kevin Spacey está aterrorizando la ciudad, es un fanático católico religioso que quiere hacer una obra maestra inspirándose en los 7 pecados capitales. No hay forma de pillarle, es un genio del horror.

La fortaleza y juventud de Pitt con la veteranía y la sabiduría de Freeman intentarán atrapar y descifrar la obra maestra que el chiflado asesino quiere cometer ¿lograrán capturarle? ¿lograrán evitar su perverso plan? ¿vale la pena? ¿por qué pasan están cosas?

Lo mejor es el guión, la historia que cuenta. Si te gusta el cine no te la puedes perder, y si no tampoco, es una obra de culto, una película impresionante.

¡Esto es cine y el séptimo arte!