Creo que los que dicen que la serie "PATRIA" es un intento de "blanqueamiento de ETA" y de buscar la "equidistancia", una de dos, o sus prejuicios ideológicos (esto es, su ultraderechismo rabioso) no les permite ser objetivos, o bien simplemente no han visto la serie y se limitan a repetir las cuñadísticas sandeces que son habituales en determinados foros que todos conocemos.

No, en "PATRIA" no hay ni blanqueamiento ni equidistancia. De hecho, en esta serie los que quedan retratados como unos fanáticos descerebrados son los militantes de ETA, sus simpatizantes y algunos de sus familiares. "PATRIA" tampoco tiene paños calientes con la Iglesia vasca, directa heredera del carlismo ideológico, transmutado en independentismo reaccionario, y no duda en mostrar su venenosa influencia sobre jóvenes y adultos, en especial en los cerrados entornos rurales guipuzcoanos. No en balde, todos sabemos que ETA se originó en las sacristías.

Lo que describe esta magnífica serie y la magistral novela homónima de Fernando Aramburu en la que se basa es -a partir de la historia de dos familias, la del asesinado y la del asesino- el efecto que la actividad terrorista de ETA tuvo sobre buena parte de una sociedad provinciana y corta de miras, caracterizada desde tiempo atrás por el ensimismamiento, el rechazo al "maketo" y por un absurdo clasismo etnicista que acabó atenazada por el miedo a los dedos acusadores de los "patriotas", lo que hizo que muchos decidieran que, para poder vivir más o menos tranquilos, era conveniente mirar hacia otro lado, o incluso hacer "seguidismo abertzale", aunque se limitase a asistir a las manifestaciones de Gestoras Pro-Amnisitia.

Y por supuesto, "PATRIA" también toca el tema de las torturas sobre terroristas detenidos. Esto ha soliviantado a algunos patriotas de coñac y pulsera con banderita, cuando la realidad es la que es, reconocida no solo por los jueces en sus sentencias sino también por las propias fuerzas de seguridad. Y lamentablemente hay que decir que el recurso a la tortura a la hora de hacer frente al terrorismo mas salvaje ha sido una constante en todos los países que lo han sufrido, sea España, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido o los EEUU. ¿Acaso hay que tapar esos comportamientos para no herir susceptibilidades? Pues no.

Dejando a un lado esas consideraciones, creo que "PATRIA" es una de las mejores series dramáticas producidas en nuestro país. Destacan las interpretaciones -todas-, la ambientación y la recreación de una atmósfera opresiva realzada por esa onmipresente lluvia, e incluso el uso de los "flashbacks" como conductores de la narración es magistral.