"La tormenta de hielo" es una película, así como suena, elegante. Desde luego que Ang Lee no es un mal director, pues sabe dotar de distinción a una cinta que, finalmente, resulta bastante difícil digerir, no tanto por lo definidor y acusatorio del drama, en que se ve reflejada no sólo la sociedad setentera sino cualquier otra cimentada sobre las apariencias, y me da en la nariz que no son pocas, sino porque dicho drama está tratado con tanta contención y tanta sutileza que yo, por ejemplo, no he acabado satisfecho. No termino de empatizar con nada y los objetivos del director se me antojan, no diré que fríos, pero sí lejanos. Resulta, por tanto, complicado catalogar dicha película como algo más que un ejercicio interesante; eso sí, magníficamente rodado, fotografiado, interpretado y, sin lugar a dudas, musicalizado... Qué coño, si es que "La tormenta de hielo" es buena, así que no me hagan ni caso.

pd. Me ha pillado aún joven. De momento me quedo con "American Beauty".