Tras años y años de westerns cuyo principal cometido era mostrarnos, mediante planos de tensión que rozaban la épica, lo duro y machote que eran los vaqueros, uno no está acostumbrado a un filme como "Sin perdón". Y es que me creo a toda esa gente que dice Clint Eastwood es el último director clásico, por que se consagra con cada película que rueda, con cada toma que dirige, con cada guión que presenta. Y en esta película, nos encontramos con uno de los picos creativos más asombrosos de Eastwood.

Sin renunciar a los típicos clichés que tanto nos gustan a los espectadores (tensión narrativa basada en el silencio en medio de conversaciones entre personajes, que nos haces preguntarnos: "¿Qué dirá ahora?" para luego soltar una soberana y magnánima frase que queda enmarcada en los anales de la historia), "Sin Perdón" nos ofrece una visión más humana del cowboy de sobremesa. Vemos como el personaje de Eastwood falla constantemente, de manera prácticamente seguida. ¿Intenta subir a un caballo? Se cae la primera vez. ¿Y la segunda? También se cae. Pero, ¿a la tercera va la vencida, no? Pues no te creas, por que acaba de bruces contra el suelo. Se presenta también la ambición del vaquero retirado que, en un acto de soberana nostalgia, se convence a sí mismo de que lo mejor para seguir adelante con sus dos hijos y con su modesta granja es volver a cabalgar a través de las llanuras del oeste más cálido y hastiado. Otro cliché que tanto embelesa al público: los nombres. Nomenclaturas y apodos como "Bob, el inglés", típicos sobrenombres que se les ponía a los vaqueros y demás variopintos personajes que había en el lejano oeste que tanto conocemos.

En resumen, es probablemente una de las mejores películas western de la historia y uno de los mejores trabajos de Eastwood tanto en el papel de director como en el papel de actor. Se consagra un nuevo tipo de western, que sabe reírse de sus propios clichés y girarlos del revés para dar de sí un filme bello y brillante que no puede dejar indiferente a nadie. De visionado obligado, por cierto. Joya del cine internacional.