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Voto de borja murel:
9
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama Serie de TV (2017). 18 episodios. Continuación de la serie de culto "Twin Peaks", que vuelve a contar con gran parte del reparto original además de nuevas incorporaciones. La historia continúa alrededor de los personajes de Dale Cooper (Kyle MacLachlan) y Laura Palmer (Sheryl Lee), pero 25 años después. Mientras el agente sigue atrapado en la habitación roja, su alter ego macabro y sanguinario imparte el terror a su alrededor. Un nuevo ... [+]
27 de julio de 2017
27 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suena el nuevo tema “Heartbreking” de Angelo Badalamenti durante una escena clave al final del episodio 11 y me derrumbo. Me he emocionado. No pensaba que el nuevo “Twin Peaks” me fuese a hacer derramar lágrimas. Ya no me queda más remedio que rendirme a la evidencia... estoy fascinado. Me cuesta entender que un mismo capítulo me pueda hacer sentir terror, mal rollo, intriga, desorientación, humor y amor, una nostalgia como hacía mucho tiempo no sentía. Increíble.

Cuando empezó la emisión de la nueva temporada, y tras el visionado de los dos primeros episodios, escribí una crítica en la que manifestaba cierta incredulidad por la dirección tomada por Lynch en su nueva reencarnación, más cercana a sus trabajos más recientes (como “Mullholand Drive”) que al espíritu original de la serie. Aunque cuando escribí la anterior reseña era consciente de que el producto era Lynch al ciento uno por cien, criticaba que su factura no era “Twin Peaks”, ni si quiera un vago recuerdo. Ahora, con 11 capítulos a mis espaldas, sólo puedo decir que sea o no “Twin Peaks”, guste o no a alguien, tenga un desenlace satisfactorio o no, el resultado de lo que llevamos de serie es fascinante, increíble, no se parece a nada de lo que haya podido ver anteriormente en televisión y, sinceramente, ya me da igual lo que nos espere en los restantes 7 episodios porque el deleite de las partes merece la experiencia.

David Lynch, y Mark Frost (no le quitemos su mérito), han hecho un alucinante análisis del universo actual que nos rodea y, más en profundidad, del ser humano... de sus miserias, de sus horrores, y de sus bondades y carencias. Y aunque pueda haber momentos tediosos (como ese humor absurdo del que disfruta Lynch desesperando al espectador con cadencias de tiempo que volverían loco incluso al más tranquilo fan), cuando aparecen los momentos brillantes deslumbran tanto que te hacen olvidar cualquier crítica negativa. La serie tiene momentos tan sensoriales, tan sensitivos, que el espectador percibe las sensaciones como si estuviera dentro del televisor. Por poner un ejemplo que no spoileará nada, el momento en que Amanda Seyfried consume cocaína en el Episodio 5 es tan sensitivo que el espectador siente lo mismo que el personaje. Momentos brillantes.

Aunque hay muchísimos personajes que parecen no tener relevancia en la trama principal, lo cierto es que tarde o temprano sirven de vehículo para que su creador exprese sentimientos o emociones universales. Y es que al final todo versa sobre “el bien y el mal”, sobre lo torcido y a la deriva que se encuentra el mundo en el que vivimos hoy en día y la esperanza de que aún haya personas angelicales capaces de cambiarlo.

En el nuevo “Twin Peaks” no hay normas, no hay leyes, es imposible prever hacia dónde se dirigirá... pero sí hay historia, sí hay trasfondo y lo más importante hay muchísimo sentimiento. Un sentimiento que se desgrana en muchos momentos de una sensibilidad exquisita. Vemos los extremos del horror y la belleza. El ser humano al desnudo.

Sin mencionar nada de su argumento, sí quisiera alabar el impresionante trabajo de Kyle McLachlan, más carismático que nunca y soberbio en sus múltiples desdobles. Las caras nuevas brillan a niveles muy altos: Naomi Watts, Eamon Farren o Laura Dern se lucen y deslumbran, al igual que algunos personajes clásicos cuyo arco evolutivo ha sido grandísimo, como el caso de Dana Ashbrook como Bobby Briggs.

“Twin Peaks the Return” no es apto para todos los paladares. De hecho habrá quien lo aborrezca. Pero para mí es un regalo que hay que saborear con paciencia y deleite, porque joyas mastodónticas como el episodio 8 de esta serie no se ven jamás, y si uno no está con el corazón y la mente abiertas se perderá la esencia de lo que nos quieren hacer llegar. Porque esto es ARTE con mayúsculas, para bien o para mal.
borja murel
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