Cinta en la que Lynch vuelve a demostrar que su cine es único, exclusivo, distinto, espectacular y artístico. Tras tres horas de viajes en el tiempo y personajes nuevos, te das cuenta de que quieres más, puedes estar durante quince horas más sin parpadear. Por ello su cine es único, a pesar de ser muy anárquico en el argumento y poco o nada comprensible, te atrapa dada su estética y musicalidad. No entiendo cómo puede crear sus cintas dados los saltos de tiempo y escenarios constantes. Lynch puede gustar o no pero es el único cineasta que realiza algo totalmente distinto, y si gusta es una droga que no se puede dejar. Grande maestro.