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Argentina Argentina · Buenos aires
Voto de Manuel:
4
Drama Australia, 1835. El sobrino del gobernador, Charles Adare (Michael Wilding), que acaba de llegar de Inglaterra, está invitado a cenar en casa de Sam Flusky (Joseph Cotten), un antiguo presidiario que ha hecho fortuna y que está casado con una de una prima de Charles, Lady Harrietta (Ingrid Bergman). Charles descubre que su prima, que se ha convertido en una alcohólica, está aterrorizada por su ama de llaves Milly (Margaret Leighton) y, ... [+]
11 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peor película de Hitchcock de los 40s, sin lugar a dudas, no sé por qué mierda hizo algo así, realizar una super producción en algo tan insulso.
La segunda película del director con su productora Transatlantic Pictures no tiene justificación posible, venia de un fracaso al que se le puede perdonar que lo hiciera por el capricho experimental, pero a esta no hay nada que la salve, desperdiciar a una estrella como Ingrid Bergman y darle un personaje espantoso como ese, el peor de sus tres colaboraciones.
Además Hitchcock tenia 24 años de carrera como director y casi 10 en Hollywood sabia lo que el público esperaba de él, y va y hace una especie de versión descafeinada de Rebeca, sacándole todo lo interesante que esta tenia. Con dos protagonista que no tienen sangre en las venas, que viven depresivos y llenos de culpa. No hay misterio o los pocos que hay son mediocres y aburridos, como toda la película.
Lo mejor: hay algunas poca escenas donde se explota el lado más conmovedor de cada uno pero lo cuentan de la peor forma con grandes soliloquios que se hacen eternos.
Charles, el único personaje agradable de la historia, un buen sinvergüenza.
Lo peor: no sé como sería la novela pero hay unos pocos momentos que uno ve el potencial de contar un melodrama sobre la incomunicación en la pareja, un amor que no puede ser feliz por todas la culpas, los secretos, remordimiento, en fin por todo el pasado, porque amaba lo que fueron y ya no son, pero todo eso se cuenta de la forma más insulsa, aburrida y acartonada. De paso y esto influye un montón Bergman y Cotten no tenían la más mínima química, ambos están mejor en sus escenas por separado que juntos.
La villana, de las más estúpidas y obvia de Hitchcock, atípico en él que siempre respetaba mucho a sus villanos.
Las escenas son larguísimas y en la mayoría no pasan nada.
Manuel
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