Actores de la talla de Helen Mirren e Ian McKeller merecían algo mejor que esto, sí, pero no creo que con la experiencia que ambos tienen y siendo 2 de los más prolíficos de la tercera edad, lo hicieran por necesidad económica, sino simplemente porque se les dio la gana, y está bien, tampoco es algo indigno, los que disfrutan de las dotes interpretativas de ambos no van a repeler la película.
Es un predecible thriller ingles, todo está muy calculado, todo es correcto, elegante, quizás tiene un poco más de violencia de lo que una propuesta de estas características debería, ya que es desparejo ver a dos venerables ancianos andar de acá para allá jugando al gato y al ratón, y de repente encontrarse con escenas de violencia.
La historia se sigue sin mucho interés durante la primera hora, toda la telaraña que teje se hace muy lenta y aburrida, además da demasiadas pistas, y el personaje de McKeller está estructurado de una forma muy plana, es un villano repelente, sin humanidad, un ser cruel y perverso, sacando un poco su cinismo y como dije el don interpretativo de McKeller no tiene nada de gracia, ni carisma, es un estafador, psicópata, miserable, bastante caricaturesco.
E igual el de Helen Mirren, como la pobre anciana desvalida.
Y la verdad que cuando empieza lo "bueno", se tardan mucho en llegar al punto y tampoco es muy interesante lo que revelan, no vale para nada la espera.