Una película misteriosa y cargada de ligeras sensaciones sobre los impulsos y obsesiones por una mujer, desde el principio quedan claras las malas intenciones de este coleccionista, las dos caras de un perturbado ante un hecho como un secuestro premeditado, era difícil retratar al malo y siempre hay que aplaudir cuando se hace sin prejuicios, cuando se deja total libertad al espectador para penetrar en la mente del protagonista y sacar sus propias conclusiones, un acto planeado que genera algo de tensión, no tanta como se podía esperar, no llega al terror psicológico, pero si que representa un ejercicio de adaptación en la relación, de estrategias, condiciones y tratos de convivencia, todo lo que ocurre en ese antiguo sótano es razonable porque los sentimientos van variando y porque sabe mantener el tono hasta el final.

La chica que supone el mayor premio a la colección, un intento de una secuestrada féliz en busca del amor, el hecho de encerrar a una belleza puede ser planteado como una consecuencia del pasado y de la sociedad, la inferioridad de las personas y la desdicha de la soledad; mientras que por otro lado muestra las armas de la mujer en tal situación o cuánto cuesta su libertad, la historia muestra el dolor de ambos, nosotros mismos somos los que tenemos que juzgar y castigar, en parte consigue excusarlo a él y culparla a ella.