Polémico film de Neil Jordan, que en esta ocasión bien parece alejarse de su mundo cinematográfico.
Se ha dicho que realizó este film para que la productora le dejara rodar otras pelis más acordes con él. Puede ser, que sea de encargo, pero merece la pena.
¿Por qué, porque se trata de una buena película? Pues no es eso, pues es irregular y tiene cosas buena y malas, pero al menos trata, creo yo, de reflexionar sobre el mundo actual y los peligros que nos acechan, y cómo estos tienen sus consecuencias en el devenir y actuación de un simple ser humano que se ve desbordado en su miedo y quizás un punto de locura.
La película es entretenida, aunque no convence del todo, bien por su ritmo, desigual, bien porque su "moraleja" es ambigua a más no poder. Sobre todo por la actuación del policía, para dar de comer aparte.
Muy buena fotografía y puesta en escena elegante, amén de un estupendo sonido y bonita música y canciones.
Por lo demás, no consigue trascender y las interpretaciones resultan normales, incluyendo la de la gran Jodie Foster, que quizás creyó que su personaje tenía más enjundia. Si fue así, culpa del realizador.


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