Lo del personaje Florence Foster Jenkins es algo que me deja con la boca abierta. El más que interesante director Stephen Frears me da aquí la oportunidad de conocer a una mujer de la que no sabía absolutamente nada que demuestra que el talento no sirve para nada en la mayoría de las ocasiones y que es el dinero el que, lamentablemente, te permite poder realizar un sueño. Hoy día que tenemos tantos inútiles que se hacen llamar cantantes como es el caso de las Isas Pantojas, los Omars y tantos otros ineptos que no saben hacer ni la O con un canuto, vemos que toda la vida de dios ésto ha sucedido y no se puede hacer nada contra ello. Florence había heredado una importante suma de dinero que le permitía vifvir cómodamente, tener un club Verdi dedicado a la comedia en la que le daba la oportunidad a su fracasado marido y actor de realizar monólogos aplaudidos por los incondicionales de la pareja, familiares, amigos con beneficios, o señoras aburridas y media sordas que no tenían anda mejor que hacer en las noches neoyorkinas. Eso sí, Florence ha conseguido que su personalidad me llegue, sobre todo por esa cultura y ese inmenso amor al arte y a la música que respira por todos los poros, a su generosidad como mecenas de arruinados compositores, y por su férrea determinación de hacer lo que le apasiona, cantar ópera, ni más ni menos.
Para ellos el director británico nos trae a la gran Meryl Streep como la peor cantante de ópera de la historia en la que se convierte en la 20 nominación a los Oscars. Si tenéis la oportunidad de ver la película en su versión original vais a disfrutar de una maravilla de actuación de la americana, quien se encarga de cantar todos sus temas musicales.
Como marido y manager aprovechado y vividor pero al mismo tiempo protector de la soprano tenemos recuperado para el cine al británico Hugh Grant en la que para mí es su mejor actuación. El actor estaba casi retirado de la actuación pero accede a trabajar aquí simplemente por la posibilidad de estar junto a la Streep.
Como pianista de Streep tenemos al que para mí ha sido el gran descubrimiento de la película, un Simon Helberg al que aún no había visto actuar en la serie "Big Bang Theory", encantador, maravilloso, interpretando junto a la Streep sus temas musicales al piano, increíble y divertido.
Descubro a la interesante Nina Arianda y confirmo que Rebecca Ferguson es una muy correcta actriz.
La ambientación es de lujo. Os recomiendo que conozcáis un poco de la vida y obra de esta peculiar mujer,
Un saludo,
Tess
"La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie puede decir que no canté".