Entretenida película de terror la que nos traen los hermanos gemelos alemanes, Michael y Peter Spierig, con ciertas secuencias que me llegaron a poner los pelos de punta.

Dicen que está basada en ciertos eventos reales y que la actual y autentica mansión de la familia Winchester, creadora de los tristemente famosos rifles Winchester, es una de las más encantadas de Estados Unidos y que tiene largas listas de espera para poder visitarla. Dicen ser prácticamente una gran Casa del Terror a pocos kilómetros de San Francisco, en California.

La gran dama de la escena británica, Helen Mirren, una de mis debilidades, es la encargada de dar vida a la heredera del gran imperio Winchester, una Sara Winchester que no se deja ver mucho, que no abandona su residencia, que siempre va vestida de negro, que no se deja fotografiar y que recibe órdenes de los espíritus de los fallecidos por alguno de sus rifles para que siga construyendo en su casa habitaciones donde puedan penar
Junto a la británica, que siempre está perfecta e inmensa comiéndose la cámara, está el australiano Jason Clarke, un actor mu atractivo y competente al que descubrí en "Everest" y que da buena réplica a la Mirren.
Junto a ellos, una correcta Sarah Snook y un intrigante Eamon Farren.
Para los amantes de las películas basadas en hechos reales y con espíritus de por medio.
Un saludo,
Tess