No puedo dejar de valorar esta bonita película que el director francés Philippe Le Guay nos regala aquí, porque me ha tocado la fibra sensible y me he visto más que identificada con estas chicas de la 6ª planta que se apoyan las unas en las otras y son una verdadera piña cuando, teniendo que dejar todas sus hogares y a sus seres queridos en España, se encuentran viviendo y trabajando en un país extranjero como Francia, concretamente en París, bajo las órdenes de familias burguesas francesas que las contratan como mano de obra barata.

Antes que nada, decir que el director ha tomado como inspiración su propia niñez en la que su padre era agente de bolsa y tenían una sirvienta española que se encargaba de las tareas del hogar. Me ha encantado el cariño y respeto con el que le directo francés nos retrata aquí a esas mujeres españolas venidas de pueblos pequeños, con pocos estudios y muy humildes condiciones a ganarse la vida fuera de su zona de confort.

Alabar también el gran papel que hace un actor bastante bueno como es el francés Fabrice Luchini, al que había conocido en otra gran película como es "En la casa", de Fraçois Ozon. Luchini es el actor ideal para interpretar a ese parisino estirado, encorsetado en una vida superficial. Está espléndido, al igual que lo está la actriz que interpreta aquí a su mujer, ni más ni menos que la que fuera pareja sentimental de Vincent Lindon, la atractiva Sandrine Kiberlain.

De las actrices españolas que interpretan a ese grupo de criadas unidas como una piña, decir que todas están magníficas, destacando a una Natalia Verbeke que se come la pantalla cada vez que sale con sus ojos y su sonrisa. La Verbeke es una actriz a la que he ido cogiendo cariño poco a poco, estoy descubriendo en ella a una maravillosa profesional y aquí es de lo mejor de la película junto a Luchini. Por otra parte, Carmen maura está bien pero me parece exagerado su premio como mejor actriz en los Césars franceses, ya que su actuación es mucho más secundaria. Berta Ojea y Concha Galan están muy bien también.
Un saludo,
Tess