Y un día cualquiera te despiertas temprano, te pones a pensar a oscuras y decides que de hoy no pasa, que vas a cambiar, que te estás perdiendo algo, que los demás tienen lo que tú no tienes, que no es justo, que tú no te mereces menos, que estás pagando mucho por algo que no vale tanto, que hay que tomar las riendas de tu vida, coger el toro por los cuernos, ejecutar una decisión drástica y definitiva: cambiar de compañía de teléfono.

Como ya lo has intentado más veces y no ha servido de nada pasas de llamar a tu operador, curioso nombre este, para que te mejore lo que tienes y directamente pides la portabilidad con la otra. Ella lo tiene todo: fijo, móvil, internet y televisión con el futbol por 15 euros. ¿quien da más? el summún, la felicidad completa, el paraíso en la tierra...ya me estoy imaginando en el sofá tirado viendo un siempre interesante Elche-Éibar con mi lata de cerveza, mis guarrindongadas de entrante y postre, mis amigotes en el salón poniendolo todo perdido después de una gran tarde de "solo hombres" y además... la oferta incluye un mogollón de canales que nunca voy a ver, un teléfono fijo que voy a poder usar para llamar al móvil cuando no sepa donde le he dejado y una línea 4g que a mi pueblo todavía no ha llegado...¡¡¡ Jo, que guay, esto es Hollywood ¡¡¡

Llamo al teléfono gratuito y me dejo embaucar por una suave voz dulce y embriagadora que para mi sorpresa y estupor habla perfectamente el castellano, esto son brotes verdes y lo demás cuento. El caso es que los 15 euros por arte de birlibirloque se convierten en 42, si quiero los 50 megas que tengo actualmente en internet son 65 y si quiero todo el futbol son 90, pues digital +, ha partido hábilmente su programación en paquetitos estanco y algo seguro que me pierdo y eso no puede ser, lo quiero TODO, porque yo lo valgo. Hay un pequeño problemilla, que ahora voy a pagar 40 euros más que antes todos los meses con una permanencia de 24 meses con intereses pero... no tiene mayor importancia ¿que son 40 euros más en la inmensidad de gastos de mi anoréxica cuenta corriente? Lo realmente importante es la satisfacción de haber dado por saco a mi compañía de siempre, un cliente menos, anda y que les den...., que se jodan. Las dos horas al teléfono han valido la pena sin duda.

Empiezo a enredar en el mando a distancia del aparato marca ignoto que me han puesto, y entre las pelis que echan está infiel, probablemente la película que menos me gusta pero más veces he visto, aunque no es de extrañar. Diane Lane es la viva imagen de la lujuria, la lascivia, la sensualidad, la concupiscencia y todos los sinónimos que se nos ocurran para calificar y cualificar a esta hembra formidable. Reconozco que me encanta el estilo visual del desaparecido en combate Adrian Lyne, aunque en los últimos 40 minutos de la película se la va la hoya, insulta la inteligencia y caga estrepitosamente lo que estaba siendo su paso a la posteridad del cine, después de ocho películas que se han quedado en el inconsciente colectivo de mi generación. En su día le puse un 3 y esta vez la he vuelto a calificar con un 4, pues muestra los celos de la adultera cuando ve a su amante con otra, sentimiento este incomprensible y de todo punto ridículo pero que la vida me ha demostrado cierto, pues ella tiene un marido excelente (Richard ni más ni menos), niñito piloto repelente (con un hijo así, normal que busque algún entretenimiento para relajarse) , casoplón en el campo full equip y la vida totalmente resuelta; Ganó, llegó a la meta y esa es precisamente su desdicha, que cuando no se trabaja, mucho tiempo libre genera aburrimiento y del exceso de ocio al exceso de vicio no hay más que una llamada de teléfono.

El caso es que mi antigua compañía me ha llamado, el servicio de retenciones ni más ni menos, y me ofrece lo mismo que la otra operadora pero a mucho mejor precio. Joder, joder y ¿ahora qué hago? ¿llamo y deshago todo lo hecho? Que pereza....pero es que 40 euros son 40 euros en 2 años 900. Nada. Vuelvo al redil, tampoco estaba tan mal, si para el caso todo es lo mismo, que mas da una que otra. En buena hora me dio por cambiar, la culpa es de septiembre y el viento sur o mejor aún del cha-cha-cha.

Prometo no volver a ser infiel...