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Voto de Antonio Morales:
9
Drama. Romance Ambientada en la China del siglo VIII, narra la historia de amor entre el emperador Hsuan Tsung, viudo desde hace algunos años, y una joven plebeya que se parece mucho a su mujer fallecida. La familia Yang pretende proporcionar al emperador una consorte para poder consolidar su influencia sobre él tras la muerte de su esposa. Para ello, deciden preparar a una pariente del general An Lushan que trabajaba en la cocina, de quien se enamora ... [+]
24 de julio de 2016
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los más hermosos films rodados sobre el sentimiento amoroso, sobre su permanencia en el tiempo, sobre su irrealidad y sobre las obsesiones generadas por él. El film está definido inicialmente, por medio de dos movimientos de cámara en sentido inverso y de distinto carácter. Uno es la panorámica inicial que nos acerca al envejecido emperador para mostrar su negativa a acatar la orden de reclusión dada por su hijo. El otro es un memorable “traveling” sobre sedas, a través del cual nos deslizamos en el tiempo para encontrar al emperador en su juventud llorando en y con música, la prematura muerte de su esposa.

Narrada en un largo “flash back”, China en el siglo VIII, el emperador Hsuan Tsung (Masayuki Mori) está triste por la muerte de la emperatriz Yang Kwei – Fei, de quien sigue enamorado. Mientras en la ciudad de Shangai unos hombres conspiran para derrocar a la dinastía Tang, pues el emperador desatiende los asuntos de estado. Con la complicidad de una poderosa abadesa, el codicioso general An Lu-Shang le llevará a palacio a una chica, de sorprendente parecido físico con la difunta emperatriz. El emperador quedará sorprendido de la belleza de Yokihi, creyendo reencontrar a su estimada esposa.

Uno de los más bellos cuentos tristes de amor de la historia del cine. La trastornada melancolía del emperador Hsuan Tsung inspiró leyendas y poemas, un hipnótico y sensual relato sobre la búsqueda de la felicidad, la añoranza y el delirio por amor. El maestro Mizoguchi se aproxima con buen gusto y una estética magistral sobre el tema de la necrofilia romántica, antes que lo hiciera Hichcock en “Vértigo” y Truffaut en “La habitación verde”. Lo del emperador es un amor obsesivo y malsano por una esposa fallecida. Cegado por el deseo de recuperarla, creerá encontrarla en la plebeya Yohiki una atractiva y sensual mujer, explotada por su familia que encarna en la pantalla Machiko Kyo. La actriz que había sido descubierta por Kurosawa en “Rashomon”, en Hollywod formó pareja con Marlon Brando en “La casa de té de la luna de Agosto” de Daniel Mann.

Narrada desde una utilización sabia de la elipsis, el talento para crear imágenes pictóricas en su primera película en color, filmando una historia de una belleza artística extraordinaria y asombrosa expresividad. Obra maestra del cine romántico, la evocación melancólica de una historia de amor con insinuaciones sobrenaturales. Hubo quien la tachó de blanda y demasiado sentimental, esa opinión depende en cualquier caso, de la dureza de quien hable de ella. Por lo demás, ¿cómo no va ser sentimental la evocación de un amor perdido hecha por un anciano a quien ya no le queda nada en la vida estando cerca su fin?
Continúa en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antonio Morales
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