THE AMERICAN (2010) es George Clooney, “una cara bonita” con algún que otro destello de buen actor. Aquí hace el papel de un “duro”, un mercenario a sueldo, solitario, terriblemente solitario y completamente ausente de la vida social. Sus días transcurren encubierto como una sombra. El refugio es un bucólico pueblo italiano medieval incrustado en la montaña y perdido en el tiempo. Meticuloso en su arte militar, nuestro protagonista, se deja enamorar y permite la entrada a la debilidad. THE AMERICAN es una película de atmósfera, lo visual predomina sobre un guión con demasiados vacíos que fracturan todas sus buenas intenciones. Clooney hace de espartano moderno, aunque sin frescura, el espectador le sigue con interés porque espera encontrarse con una sorpresa que rompa el enigma que representa su auto-contención temperamental. Sólo al final se nos permite vislumbrar un acto de redención egoísta y fallido. THE AMERICAN le debe mucho a ESCONDIDOS EN BRUJAS (2008), que de paso, la considero muy superior y mejor lograda. Luego, hay otro antecedente mucho más distendido y simpático: THE MATADOR (2005) con Pierce Brosnan asumiendo un rol a contracorriente, hasta un tanto cínico y desmitificador. Con todo, la mejor película de acuerdo a nuestro criterio, en esto de ofrecer las peripecias y rutinas de estos sicarios “profesionales” es GHOST DOG, EL CAMINO DEL SAMURAI (1999) de Jim Jarmusch y con un Forest Whitaker esplendido como un samurái negro moderno cuyo código de honor milenario le guía desde una elegancia imperturbable. La niña en ese entonces, hoy portento de belleza y sensualidad, Natalie Portman, se dejó cobijar por Jean Reno en la efectista: EL PROFESIONAL (1994) del siempre controversial y desigual Luc Besson. Y ya para cerrar éstas conexiones lúdicas con THE AMERICAN tenemos que referir el aporte más reciente de parte de un actor que nos encanta por la marginalidad con grandeza que imprime en la mayoría de sus caracterizaciones, estamos refiriéndonos a Benicio del Toro en SICARIO (2015)