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Chile Chile · Santiago
Voto de KRIVO:
6
Western. Drama William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2023
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Sé que Peckinpah tiene muchos seguidores acérrimos que disfrutan de su cine tan personal, a veces nostálgico, a veces visceral, siempre con impronta. Destaco 3 o 4 magníficas películas del director californiano que tengo en mi videoteca y reviso cada tanto.
Sin embargo, respecto a la famosa y legendaria historia de “Pat Garrett y Billy the Kid”, contada y coreografiada (balaceras y similares) en el “modo Peckinpah”, opino que es un western interesante, pero la película se me hace espesa y veo un producto irregular.
No ha sido sencillo el análisis ni comentario. Me pregunto ¿Dónde colocar el foco?
El material que se tiene entre manos es una buena historia, no cabe dudas, y que se puede narrar de diversas maneras y de diferentes perspectivas. Y así se ha hecho.
Pero aquí Sam como que saca a flote sus propios fantasmas, sus reclamos y sus adicciones.

La película está plagada de bebedores (el alcohol es lo que más les importa, casi tanto como el dinero), tipos sin moral (amorales para algunos), ni siquiera tienen sus principios claros. Divagan, en pensamiento y acción. Son bandoleros que escapan de la expansión de la sociedad legalizada (legalidad corrupta también, cómo no). La “civilización” los acosa.
Garrett, cansado de ir y venir como un forajido más, se pasa al lado de la Ley. “Es un modo de seguir vivo”, su gran frase, para justificar la aceptación del flamante cargo que ostenta y de su "nuevo orden" personal. Como si eso fuera un pecado mortal. Y lo es, para sus antiguos compañeros de correrías criminales, incluido Billy. En una escena le preguntan al Niño: “¿Por qué no lo matas?”, cuando tuvo a tiro de cañón a Pat. “Porque es mi amigo”, responde el joven.
Es el propio Peckinpah -como director- quien adopta el punto de vista de los forajidos y su identidad valórica, la cual entra en violenta colisión con los nuevos paradigmas, surgidos al lado de valores como la justicia, la legalidad y el orden. Y está claro que estos principios están mediatizados por los intereses económicos, evidente. Es el inveterado pragmatismo estadounidense como semilla del surgimiento de una Nación.
La manera del director de atrincherarse en el “viejo orden”, y enfocar desde ahí la película, es lo que me provoca ruido. Es la forma, más que el fondo. Como ensalzando esa libertad mal entendida, libertad para asesinar, robar, despojar, destruir (y además, libertad para golpear y violar mujeres). Esa particular autonomía ahora se ve acorralada. Entonces, esos pistoleros desarrollan un perfil psicológico de desencanto y sentido de pérdida, lo cual da el tono a la película. Lo que pretenciosamente llaman “crepuscular”.
Se supone que enfatiza en la amistad traicionada por deberes superiores, pero la construcción y posterior evolución de dichos vínculos de camaradería la veo con poco nervio, no bien perfilada, discontinua.

En todo caso, inmensa interpretación de James Coburn como Garrett, aunque no sé si tan a gusto se sintió con el cariz que le dieron al personaje, salvo por la escena en el burdel, aunque allí aprieta demasiado las tuercas en su trato con las mujeres.
¿Billy, que tenía 21 años en la realidad, interpretado por un actor de casi 37? No se lo cree ni el propio Kristofferson y así le queda el papel. Como pistolero, es mejor cantante, incluso es mejor camionero (“Convoy”). Aunque reconozco que se esfuerza.

La música termina por cansarme, escuchar toda la película la vocecita y el guitarreo de Bob Dylan (hablo de él como cantante, no como compositor) en un western, uf, no me parece. Más encima le dan un rol menor, como actor. Sin comentario. Hay varios momentos en que simplemente no cuadra esa música con la acción, no la acompaña. En varias escenas simplemente no crea “atmósfera”. Estaba bien para un tema, pero no toda la cinta.
¡Qué distinto lo que ocurre con la maravillosa dupla Leone-Morricone!

Finalmente, a destacar la hermosa fotografía y ambientación, unos planos generales fantásticos, todo esto, el punto más alto de la película.

Trama y desarrollo = 5.0
Personajes = 7.0
Fotografía y ambientación = 9.0
Banda sonora = 3.0
PROMEDIO = 6.0
KRIVO
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